Tras la derogación que Alberto Fernández dispuso ayer de un decreto de Mauricio Macri con el que creó la Agencia Nacional de Protección a Testigos e Imputados, el actual Presidente se mostró disconforme y consideró que este sistema para "arrepentidos y testigos privilegiados" es "muy perverso".
En declaraciones a radio AM 750, Fernández determinó que estos mecanismos "encubren sistemas de explotación de la miseria humana". Las irregularidades del sistema de Protección de Testigos se evidenció luego de la publicación de un nota de El Destape que muestra que el testigo arrepentido Alejandro Vandenbroele cobró fondos millonarios para instalar un hotel en Mendoza a cambio de declarar contra Amado Boudou en la causa Ciccone.
"A todas estas lógicas de arrepentidos y de testigos privilegiados les tengo miedo, siempre he sido bastante reacio a eso, porque en verdad encubren sistemas de explotación de la miseria humana", expresó el Presidente y confesó: "Son sistemas muy perversos; de todas maneras, son ley en Argentina, pero despotriqué mucho cuando se aprobó la ley".
Alberto Fernández contó que los sistemas para testigos protegidos "proliferaron en algunos lugares del mundo" para combatir el narcotráfico y el terrorismo, pero afirmó que "después lo usaron para cualquier cosa".
Además, entendió, que el uso de esa modalidad "muchas veces conduce a enormes injusticias porque para salvarse unos, entierran a otros" y puso como ejemplo el caso de Brasil, donde "un condenado redujo su pena a la mitad sólo por decir que una empresa le había regalado al ex presidente Inácio Lula (Da Silva) un departamento".