En medio del silencio del Gobierno nacional sobre el Golpe de Estado en Bolivia, el legislador de Cambiemos Daniel Lipovetzky repudió el ataque a la democracia boliviana y cuestionó la pasividad de su espacio político.
En su cuenta de Twitter, el diputado oficialista aseveró: “Si mueve la cola y ladra es un perro!Si las Fuerzas Armadas "recomiendan" (léase obligan,exigen) la renuncia d un presidente elegido democráticamente esto es un Golpe d Estado”.
“Es necesario q se aplique la Carta Democrática Interamericana d OEA y q dicho organismo intervenga ya!”, exigió Lipovetzky.
El próximo presidente, Alberto Fernández, salió a valorar la actitud del legislador y destacó: “Me tranquiliza ver que en el oficialismo hay gente con la dignidad democrática de la que otros carecen”.
Diversos referentes de la Unión Cívica Radical manifestaron su oposición en contra del golpe de estado en Bolivia, despegándose, de esta manera, de Mauricio Macri, que no realizó ninguna declaración al respecto.
Uno de los principales socios de Cambiemos, la Unión Cívica Radical lanzó un comunicado donde expresó: "Cuidar la democracia en el continente implica un esfuerzo por calificarla. No a las trampas! No a las injerencias externas! No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica". Reconociendo el asalto institucional que se vive en el país vecino. Previamente, el mismo domingo la Unión Cívica Radical de Capital Federal repudió el acontecimiento.
Esta postura los separa de la posición oficial del Poder Ejecutivo, que salió a hablar, en un comunicado de Cancillería, de un "período de transición que se abrió por las vías institucionales". El embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, advirtió que en ese país hubo una "interrupción del orden constitucional" y un "vacío de poder" tras la renuncia del presidente Evo Morales, pero aclaró que "para el gobierno argentino, no hay golpe de Estado" luego de que las Fuerzas Armadas empujaran a la salida del mandatario legítimo y permitieran la toma del palacio de gobierno por parte del ultraderechista Luis Fernando Camacho.