Tras la revelación que hicieron Lucas Bo y Juan Amorin en El Destape, sobre los empresarios arrepentidos que figuran en los cuadernos y que blanquearon casi 10 mil millones de pesos, el ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández cuestionó los privilegios que obtuvieron los contratistas de obra pública con el sinceramiento fiscal que llevó adelante Cambiemos y con la "ley del arrepentido".
"El blanqueo era posible para todos los que no tuvieran procesamientos, es decir, para los que no fueron descubiertos. Por eso estuve tan en contra del blanqueo, porque era muy inmoral", afirmó Fernández a El Destape.
Fernández recordó que siempre se opuso a esas normas y señaló que "es lógico que los que tenían plata en negro no la podían declarar porque su origen es ilícito y no pueden explicar de dónde salió, si las coimas o de los sobreprecios". Asimismo, y al hacer referencia a la impunidad que dio el blanqueo, advirtió: "Si Lázaro Báez hubiera pasado sin problemas el primer año de Macri, sería un caballero como todos los demás y hubiese podido blanquear su dinero".
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Fernández afirmó que "la protección sobre los empresarios es muy alta y el juego de los arrepentidos es un juego a favor de ellos". Además, advirtió que "pagar una coima es una confesión no un arrepentimiento"
En ese sentido, remarcó que los empresarios gozan de los beneficios de ser detenidos domiciliarios que les bajen la pena al ser imputados colaboradores. Y sumó: "Los ponen ahí para no dejarlos tirados y poder excarcelarlos. Es un privilegio para los empresarios. Arrepentirse te pone en un lugar de privilegio".
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