Por Iván Schargrodsky
Redacción El Destape
@ischargro
Alberto Binder le pega a la Justicia Federal y la relación que tiene con los elementos de inteligencia. Asegura que ese vínculo tiene que ser "casi nulo" y critica con dureza a la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia. Además, este director del Instituto Latinoamericano sobre Seguridad y democracia (Ilsed) y especialista en sistemas judiciales y mecanismos de control democrático, se refiere a la figura de Jaime Stiuso y su convivencia durante once años de kirchnerismo y dispara: "Los monstruos son útiles un tiempo, pero en algún momento se convierten solamente en monstruos".
-¿Qué avances y qué retrocesos ve en el proyecto de ley de creación de la AFI?
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-El proyecto cumple algunas funciones de reorganización y en otras se queda corto o genera algunos nuevos problemas. Me parece que tiene algunos avances: el hecho que el nombramiento del Director y Subdirector pasen por el senado ojalá sirvan para acabar con esto del doble comando en el cual vos tenías secretarios de Inteligencia que no conducían el organismo sino que hacían las veces de nexo entre el mundo de la política y el de la inteligencia. Nosotros venimos pidiendo esto hace mucho tiempo. En mi caso particular vengo denunciando los vínculos que existen entre los servicios de inteligencia y la Justicia Federal desde hace mucho tiempo. La necesidad de una reingeniería muy profunda de los servicios de inteligencia es algo absolutamente indispensable para que podamos frenar algunas prácticas que ha tenido la dirigencia política en los últimos 20 años de ambos partidos en los cuales se la utiliza a la inteligencia para fines que no son los específicos.
-¿Por ejemplo?
-Se ha utilizado mucho para hacer operaciones políticas, espionaje interno, para participar en causas judiciales. De hecho, todo lo que estalla con la causa AMIA demuestra una connivencia y un tipo de trabajo de los servicios de inteligencia en causas judiciales que es absolutamente negativo. Los jueces y fiscales federales se fueron acostumbrando a trabajar con los servicios de inteligencia cuando tienen que trabajar con la policía.
-¿Tan estrecha es la relación entre los federales y los servicios de inteligencia?
-Es absolutamente promiscua. En el caso de la causa AMIA, por ejemplo, una de las críticas que se venía haciendo era que se había subordinado la investigación del caso a utilizarlo para jugar el juego estratégico de los organismos internacionales de terrorismo. Los vínculos entre los servicios de inteligencia y la justicia federal tienen que ser casi nulos. Habría que establecer un principio de separación tajante entre las funciones de investigación criminal y las de inteligencia.
-Un punto discutido es que la totalidad del personal va a ser traspasado a la AFI. El CELS reclamó exhaustivos exámenes de ingreso.
-Sería demasiado costoso hacer un comienzo de cero, pero es indispensable una depuración profunda y la ley es bastante vaga sobre cómo se va a hacer ese proceso. Me parece que tendría que haber sido mucho más intenso. Hubiera creado una comisión especial de depuración con participación no sólo de legisladores. Otro punto que puede generar confusiones es el traspaso de las escuchas telefónicas. Que todas las observaciones judiciales del país estén concentradas en los servicios de inteligencia es absolutamente inadmisible. No está mal que se traspasen a la procuración.
-Respecto al tema presupuestario, según la Ley de Inteligencia la Comisión Bicameral debería haber controlado los gastos reservados, ¿por qué le parece que no lo hizo?
-Porque hay una connivencia bipartidista para no controlar a la Secretaría de Inteligencia. Dejaron morir una Comisión que tiene una importancia extrema.
-También es cierto que tiene un presupuesto bajo y una planta de trabajadores más bien escasa.
-Pero no se reunieron jamás.
-¿Respecto a Jaime Stiuso cree que hay que reconocerle al Gobierno que fue el único que logró sacarlo de la Secretaría después de 42 años, señalarle que convivió 11 años con él o un poco de las dos?
-El gran aprendizaje de esto es que los monstruos son útiles un tiempo, pero en algún momento se convierten solamente en monstruos. La oposición dice que el Gobierno tiene responsabilidad en haberlo creado y sin duda que la tiene, pero esta es una oportunidad única para toda la sociedad, qué nos importa estar juzgando moralmente.