El Ministerio de Cultura de la Nación publicó lo resultados de la Encuesta de Consumos Culturales realizada durante 2017, a modo de réplica del mismo estudio realizado en 2013. Los resultados arrojados, en retrospectiva, son alarmantes con respecto a las posibilidades de los sectores medios y bajos para poder ir a recitales, al cine o al teatro.
Según la encuesta, mientras que en 2013 el 25,1% de la población con un nivel socioeconómico (NSE) bajo asistió a recitales, el año pasado fue así sólo en un 9%, con lo cual la baja fue de 16 puntos. En tanto, el 50% de los estratos altos pudieron ir a recitales en 2017.
Además, el estudio arrojó que un 26% de la población asistía a recitales, pero dejó de hacerlo en 2017. Una de las principales razones para los sectores bajos, medios bajos y medios fue la falta de dinero y el precio de las entradas , y la falta de interés, mientras que en sectores altos fue por falta de tiempo.
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En cuanto al cine, el año pasado el 35% de la población fue al menos una vez a ver una película, mientras que el 37% de la población que solía ir al cine dejó de hacerlo. Los motivos, nuevamente, son económicos, en un 32%. La asistencia al cine bajó cinco puntos los últimos cuatro años, ya que en 2013 un 40% fue al cine al menos una vez.
Estos patrones se repiten en la concurrencia al teatro, que en 2013 fue del 19% y en 2017 sólo del 11% (con una reducción de más del 40%), y también en la de museos, que llegaba al 19% en 2013 y el año pasado pasó al 12,5%. Además, el porcentaje de personas de sectores bajos (3,3%), medios bajos (6,9%) y medios (10,6%) que fueron al teatro son bajísimos a comparación con sectores más altos y tuvieron bajas muy importantes respecto a 2013 en cuanto a los museos, hasta en 7 puntos en los sectores bajos.
Por otro lado, hubo una baja de 13 puntos en la lectura de libros en los últimos cuatro años, y sólo el 22% de la población de sectores bajos leyó al menos un libro (más de la mitad que lo hacía en 2013), mientras que en los altos fue así en un 76%.
En esta línea, el uso de Internet, que en la era digital es una herramienta fundamental tanto para consumo cultural, educativo e incluso realizar trámites, se da solamente en un 54% de las personas de NSE bajo mientras que en los NSE altos y medios altos es así casi en un 100%.
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