Al menos un cuarto de los hogares tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza

09 de febrero, 2015 | 17.24

Por Nicolás Furfaro
Redacción El Destape

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Según el INDEC uno de cada cuatro hogares de los principales conglomerados urbanos del país tiene ingresos de $5.400 por mes como máximo, cifra que está por debajo de los $5.733 mensuales que, según estudios privados, costó en enero una canasta básica total para dos adultos y dos niños. De esta forma, al menos el 25% de los hogares habría empezado el 2015 por debajo de la línea de pobreza, aunque no es posible dar la cifra oficialmente ya que hace más de un año el instituto estadístico estatal decidió discontinuar la medición y no dar datos sobre el tema.

La consultora FIEL determinó que el costo de la Canasta Básica Alimentaria (con precios analizados en la Ciudad de Buenos Aires) puso en $1.019 la línea de indigencia por individuo en el primer mes del año, un 35,6% por encima del costo del mismo período de 2014. En tanto, la Canasta Básica Total - que determina la línea de pobreza - ascendió a $1.856, lo que significó un salto del 37,6% interanual.

Así, un hogar compuesto por dos adultos y dos niños necesitó al menos $3.149 por mes para no ser indigente y $5.733 para no ser pobre. Si se toma el último informe sobre Evolución de la Distribución del Ingreso del INDEC para comparar con las cifras de las canastas, se ve que el percentil 10 cuenta con $3.100 mensuales y el percentil 25 con $ 5.400. Estos números corresponden al tercer trimestre de 2014, pero al observar la serie histórica se ve que el cambio hacia el cuarto trimestre siempre implica variaciones mínimas y un comportamiento estático que no modifica el panorama.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) valuadas en el informe de FIEL corresponden a las determinadas por INDEC antes de que se discontinuara la medición de la pobreza hace más de un año. En enero de 2014 el instituto de estadísticas estatal justificó el parate en la elaboración del índice por la imposibilidad de empalmar las series con el renovado Índice de Precios Nacional Urbano (IPCNu) y por desacuerdos metodológicos de la actual gestión económica con lo que se hizo hasta 2013.

Ahí comenzó un debate al interior del instituto y el propio ministerio de Economía, que avanzó con la idea de eliminar la "visión monetarista". Por esto es que equipos técnicos trabajaron en la idea de elaborar un índice con nuevas variables no atadas solamente a los ingresos, sumando costados de corte social. "Es necesario reeadecuar las mediciones de acuerdo a las nuevas variables que se fueron sumando en la realidad cotidiana", indicó una fuente oficial cuando explotó la polémica, pero con el paso de los meses se mantuvo el silencio y no se evidenció ningún avance en público.