Al gobierno francés le cuesta imponer el confinamiento

En varias ciudades los drones controlan y exhortan a los ciudadanos a quedarse en casa.

23 de marzo, 2020 | 12.30

Niza y otras localidades de Francia empiezan a utilizar drones con altoparlantes incitando a los ciudadanos a respetar el confinamiento decretado el martes 17 de marzo a partir de las 12h. Previamente, el domingo 15, el presidente Emmanuel Macron, en su alocución por cadena nacional había anticipado la medida pero sin nombrar la palabra “confinamiento”.
Miles de franceses se precipitaron para salir de Paris y de otras grandes ciudades, muchos de ellos para refugiarse en residencias secundarias en el campo, jóvenes yendo a casa de sus padres escapando de sus departamentos exiguos. Los habitantes de Normandía y Bretaña entre otros, expresaron su preocupación por la invasión masiva temiendo el contagio. 

Desde hace seis días solo se permite salir de casa con un salvoconducto en donde se debe especificar si el desplazamiento es debido a una actividad profesional indispensable, para comprar comida, por motivos de salud, por asistencia a personas vulnerables o para hacer ejercicio físico individual a menos de 500 metros del domicilio. La Asamblea nacional, que sigue funcionando en forma restringida (21 personas contagiadas, entre ellas ocho diputados) en el marco de la “ley de urgencia sanitaria” votada el sábado 21, impone las siguientes multas en caso de no respeto de las reglas de confinamiento: “primera contravención: 135 €. En caso de reincidencia dentro de los 15 días :1500 €. A las cuatro violaciones dentro de los 30 días, el delito sera castigado con una multa de 3700 € y hasta seis meses de prisión". 

Este domingo 22 de marzo anunciaron la muerte del primer médico por coronavirus: Jean-Jacques Razafindranazy, 68 años, médico de urgencias que ejerció en el Hospital Universitario de Compiègne en el departamento del Oise (a 30 km de Paris) en la zona más contaminada de Francia principios de marzo. "Mi padre se sacrificó. Estaba retirado y podría haberse quedad en su casa pero siguió yendo al hospital porque siempre quiso ayudar a sus colegas con exceso de trabajo. Trabajó porque le gustaba, esa era su vida. Estamos tristes y enojados”, lamentó el hijo de la víctima en una entrevista al diario Le Parisien. 

Con casi 15 000 afectados, mas de 6000 hospitalizados, 1500 personas en reanimación y 562 muertos, Francia sufre una falta enorme de barbijos, respiradores y camas en los hospitales. Algunas zonas como en la ciudad de Mulhouse el colapso sanitario exigió la intervención del ejército que hoy termina de instalar en el parking del hospital, varias carpas que contendrán 30 puestos de reanimación suplementarias. El gran Este de Francia se transformó en una zona de gran contagio.

Cronograma de una pandemia anunciada

La aparición en diciembre del coronavirus en China y su evolución exponencial durante enero y febrero no fue suficiente para que las autoridades sanitarias y el gobierno tomaran les debidas  precauciones en Francia. A pesar de que a fines de febrero ya se habían declarado 100 casos y dos muertes en el país, el presidente Macron sostuvo el 7 de marzo, a la salida del teatro Antoine: 
"La vida continúa. No hay ninguna razón para cambiar nuestros hábitos de salidas salvo la de los mas vulnerables". Ante la evolución dramática de la epidemia, el presidente decidió el 11 de marzo la creación de un “Comité científico” integrado por 11 expertos y profesionales de la salud.  El jueves 12 decretó el cierre de escuelas, colegios y universidades. 

Con 4500 casos y 91 muertos, el sábado 14 por la noche, en un mensaje televisivo, el Primer ministro Edouard Philippe, anunció el cierre de bares, restaurantes y cafés en toda Francia pero mantuvo las elecciones municipales del domingo 15 donde 47,7 millones de franceses deberían concurrir a votar. Frente a mensajes contradictorios y a pesar del esfuerzo de organización para evitar el contagio, las urnas quedaron semivacías: solo votaron el 45,5 % de los inscriptos, o sea 21,7 millones de personas. El gobierno decidió finalmente suspender la segunda vuelta prevista el 22 de marzo y mantener el resultado de la primera en una reunión consensuada con todos los partidos políticos, quienes aceptaron que la segunda vuelta sea convocada en junio.

Una nueva época?

Emmanuel Macron, jueves 12: "Tendremos" que aprender del momento en que estamos pasando, cuestionar el modelo de desarrollo en el que nuestro mundo se ha inmerso durante décadas”y que “las próximas semanas y meses requerirán decisiones de ruptura”.
Su defensa del “estado de bienestar”, la decisión de pagar lo que sea necesario para evitar el descalabro económico y proteger a los mas indefensos causó sorpresa viniendo de un presidente que durante tres años promovió privatizaciones, promocionó el cierre de hospitales y no atendió los reclamos de médicos.as y enfermeros.as en huelga durante casi un año. La paradoja es que a pesar de las movilizaciones de los chalecos amarillos, de la enorme huelga de dos meses contra la reforma de las pensiones, la epidemia obligó al presidente a cambiar completamente de rumbo y a posponer sus reformas masivamente criticadas. 
 
“Para los más frágiles y mientras dure la situación, aquellos que enfrentan dificultades no tendrán nada que pagar, ni impuestos ni contribuciones a la seguridad social. Las facturas y alquileres de agua, gas o electricidad deberán suspenderse” sostuvo el presidente Macron el domingo 15. Los interesados se preguntan cuándo y cómo intervendrán estas medidas. Según el Ministro del interior, Christophe Castaner, todo aquel que gane el salario mínimo (1200 €) y cuyo empleador no pueda pagarle, el estado se hará cargo como así también del 84% de los salarios que no sobrepasen 2,5 veces el salario mínimo. Medidas de urgencia elementales que fueron bien recibidas por la población. 

Algunas empresas no respetan lo elemental: proveer de barbijos y gel hidroalcoholico a los trabajadores como en el caso de Amazon o algunos supermercados cuyos empleados están en contacto permanente con los clientes. Otras empresas abusan de la situación obligando a sus empleados a que usen sus dias de vacaciones durante el tiempo de confinamiento. 

A pesar de actitudes egoístas e irresponsables de algunos, hubo gestos enormes de solidaridad en varias ciudades de Francia. Aplausos a las 20hs todas las noches en los balcones en honor al trabajo ejemplar del personal hospitalario, donaciones de barbijos de empresas que las tenían guardadas, madres que se proponen cuidar a los hijos de enfermeras y ayudarlos a hacer los deberes, gente que se ofrece para hacer las compras a los ancianos confinados en su casa. En la ciudad de Clermont-Ferrand un grupo de vecinos organizó un "kit de coronavirus", grupos de ayuda en redes sociales para paliar el confinamiento, intercambiando servicios.

Pandemia, ecología y política

Esta pandemia, cuyo final aún no se conoce, es extraordinaria porque logra lo que todos sabían. La contención y la interrupción de las cadenas de suministro provocó una fuerte caída en la producción. Ahora descubrimos que con esta recesión, Venecia está recuperando sus aguas claras y sus peces, que las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron en un 25% en China a principios de año y que el aire se vuelve más respirable. 
Benoît Borrits escribe en Mediapart: “Es lamentable que los ecologistas y la izquierda se hayan mantenido a menudo alejados de una discusión sobre una economía alternativa no capitalista, un objetivo considerado demasiado lejano mientras ahora está a nuestro alcance. Es urgente que en las próximas semanas al final del encierro desarrollemos esta economía alternativa, empezando por crear un vasto movimiento social contra las políticas llevadas a cabo en el pasado. Es en los grandes temblores de la historia que el cambio se hace posible y tenemos que estar preparados. Si las decisiones de nuestros gobiernos en torno al eslogan "salvar la economía" desafortunadamente generan poca discusión en la izquierda y entre los ecologistas, hagamos al menos la pregunta de cual es la economía que quieren salvar... “

En una nota reciente publicada en Mediapart, Eric Fassin sostiene: “El Presidente de la República juró que ya no lo sorprenderán mas, que había entendido que ciertos bienes eran comunes y que en adelante dará medios a los hospitales y a la investigación. Veremos si se han aprendido las lecciones del Covid-19. Lo que sucedió después de la crisis financiera internacional de 2008 no deja lugar al optimismo acerca de cómo se mantienen las promesas hechas en el apogeo de una crisis después de que haya pasado. Pero es posible que la naturaleza inesperada de la crisis actual y sus consecuencias sin precedentes desde el punto de vista de la vida en sociedad tengan un efecto más profundo y duradero que el de otros, más allá de la dimensión estrictamente sanitaria. En esta hipótesis, sin embargo, no es desde arriba, es decir, desde el jefe de estado o gobierno, que debemos esperar un cambio, porque ya tenemos la experiencia de discursos sin futuro. Debe partir de la sociedad misma, de todos los que se dan cuenta de que el mundo actual no es el que quieren y tampo lo quieren para sus hijos.”