El Gobierno no pone más los manos sobre el mercado para regular el dólar desde que asumió el macrismo. Y a seis meses de gestión, el dólar se encuentra en su pico más alto.
La nula injerencia del Banco Central, el pedido del campo de que suba a 20 o 22 pesos. Y al dólar no lo para nadie. Las consecuencias son nefastas: inflación y pobreza. Lo explica en este informe Roberto Navarro en El Destape.
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