Los productores vuelven a aprovechar los silobolsas para sentarse sobre la soja y recortar las exportaciones en un 24%. "Ahorrar en granos" se debe, en la lógica ruralista, a la decepción por el desplome del precio. Además, la especulación por las políticas del futuro gobierno eleva la aprecia la estrategia del acopio.
Con la cosecha en su auge, en la primera semana de junio la liquidación de divisas de las cerealeras mejoró 8,4% a U$S 573,4 millones (comparada con igual semana de 2014). Esto no contrarresta el acumulado del año, en el que la oleaginosa trajo U$S 8.565,3 millones al país, que significó una pérdida del 24%.
Los aceiteros pararon durante 25 días el mes pasado, en reclamo de lo que se convirtió en una mejora salarial cercana al 36%. Esto impactó en la organización de los patrones rurales, pero aún antes del auge de la medida de fuerza las exportaciones eran menores interanualmente.
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El precio no acompaña, ya que se desplomó 34,7% respecto a junio de 2014. Desde que empezó el año, la soja cae 6,6%. La espera de un mejor panorama internacional es el argumento de los productores para guardar el fruto de la cosecha que será récord cuando finalice.
La Bolsa de Comercio de Rosario recalculó su proyección para la campaña en 60,1 millones de toneladas, por encima de los 59,6 millones previos. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difiere levemente con la estimación, ya que espera 60,8 millones de toneladas, también máximo histórico. Aún quedan 600.000 hectáreas por levantar, casi el 14% del total plantado con la oleaginosa.
A mediados de mayo, Mauricio Macri prometió suprimir las retenciones a todos los exportables de forma repentina y de la soja paulatina. Repitió las palabras que había pronunciado un año atrás delante de la otrora unida Mesa de Enlace, lo que impactó en las expectativas de los patrones del campo. Lo cierto es que el PRO no explicó cómo reemplazaría los ingresos que benefician al Estado estos tributos del 35% sobre las ventas al extranjero.
La liquidación de divisas es sustancial para la conservación del nivel de reservas del Banco Central, que el miércoles cerraron en U$S 33.801 millones, y para la importación de maquinarias e insumos vitales para reimpulsar la industria, que enfrenta una recesión de más de un año y medio.