La muerte de María Mireya Córdoba, una anciana de 75 años que se desplomó mientras esperaba ser atendida en una oficina del PAMI en la ciudad de Mendoza, puso de relieve los inconvenientes que el organismo público tiene en todo el país para cubrir prestaciones.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La mujer murió cuando esperaba ser atendida desde las primeras horas de la mañana del jueves para renovar su carnet y pedir un cambio de clínica. "Estábamos sentadas, dijo que tenía frío y se desmayó", contó una afiliada que estaba a su lado en la misma dependencia. Pocos minutos después un médico intentó, sin éxito, reanimarla.
"PAMI está con problemas de prestaciones en todo el país, especialmente resentido en época estival, no sólo porque hay mucho menos personal si no porque los prestadores también están funcionando a media máquina", explicó aEl Destape Eugenio Semino, Ombusdman de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires.
"Esto de que los propios pacientes tengan que hacer trámites es cuestión de todos los días", sostiene Semino. El trámite que pretendía realizar la mujer era un cambio de clínica que, de hecho, también puede efectuarse a través de la web de PAMI.
El defensor de la Tercera Edad resaltó, además, la falta de trabajadores sociales que escasea en la ciudad de Buenos Aires: "Entraron grandes camadas de empleados administrativos. Lo cierto es que, por ejemplo, donde necesitás la firma de una trabajadora social o encuesta social, previo a una internación geriátrica, siempre hace falta el informe sobre las condiciones socio ambientales y so tarda meses o a veces más de un año".
En la ciudad de Buenos Aires, según Semino, sólo hay 24 trabajadoras sociales para diez agencias que prestan atención a 700 mil beneficiarios: "Lo venimos requiriendo todo el tiempo, tenemos muchísimas actuaciones al respecto, así que en cada actuación se requiere modificar la situación". De hecho, con relación a la internación geriátrica, la demora con prestaciones a PAMI registran demoras de entre siete y diez meses.
La reprogramación de operaciones, la escasez de camas para internaciones y la falta insumos encabezan la lista especialmente en la red de hospitales públicos que conforman el Ramos Mejia, Piñero y Pirovano, entre otros: "El problema es el sistema en sí mismo. Hay muchos que dejaron de dar prestaciones entre 2013 y 2014. Hay muchísimas reprogramaciones de intervenciones quirúrgicas. Eso es grave porque el paciente, ante la falta de una operación programada, termina ingresando como agudo a través de la guardia por una emergencia", explicó Semino.
"En internaciones de agudos, que es de segundo nivel, hay muchísimas dificultades porque no hay camas, por lo cual hay pacientes que tienen que esperar días en la guardia o en un showroom hasta que se desocupe una cama, con un problema extra en el caso de terapia intensiva y unidad coronaria", detalló.
Cerrar sesión