"El contexto económico actual se asemeja al que existía en enero de 2014: elevada inercia inflacionaria (25 por ciento), bajo desempleo y actividad económica en leve expansión", señaló el reporte de la consultora Finsoport, que dirige Jorge Todesca; y así advierte que existen condiciones en la Argentina para que ante una eventual devaluación de la moneda se produzca un traslado total a precios.
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El estudio difundido hoy, comparó la situación actual de la economía con la que había en enero de 2014 cuando el gobierno devaluó 27 por ciento, y se generó una inflación del 39 por ciento, de acuerdo a los datos de la propia consultora. Indicó que "a su vez el déficit fiscal alcanza al 6 por ciento del PBI y la expansión monetaria se encuentra en el 33 por ciento anual".
El estudio difundido hoy, comparó la situación actual de la economía con la que había en enero de 2014 cuando el gobierno devaluó 27 por ciento, y se generó una inflación del 39 por ciento, de acuerdo a los datos de la propia consultora. Indicó que "a su vez el déficit fiscal alcanza al 6 por ciento del PBI y la expansión monetaria se encuentra en el 33 por ciento anual".
"En ese contexto, una devaluación probablemente generaría un pass through (traslado) elevado y, en consecuencia, un bajo impacto sobre el tipo de cambio real, es decir sobre la competitividad", advirtió el trabajo.
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Para justificar su apreciación, Todesca trazó una comparación con los incrementos de la cotización del dólar que hubo en 2002, del 260 por ciento, y en 2008, del 25 por ciento. Finsoport recordó que en el primero de los dos casos, el traslado a precios fue de apenas el 16 por ciento como producto de la recesión y retracción del consumo.
En el caso del 2008, la consultora señala que hubo una devaluación del 25 por ciento, en el marco de la crisis financiera internacional que no tuvo impacto a pesar de la inflación del 25 por ciento, debido a una caída del precio de los commodities del 23 por ciento.
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