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El informe planteó que "durante los primeros meses de la administración entrante los esfuerzos estarán puestos en levantar el cepo, estabilizar el mercado cambiario y generar incentivos para el rápido ingreso de divisas".
En ese marco, consideró que "la clave será lograr que el agro liquide la producción retenida de la campaña anterior y que empresas y familias repatríen capitales del exterior".
Además, la consultora comparó que "a diferencia de otros años el mundo no vendrá al rescate de un barco hoy a la deriva, sino que llegar a buen puerto dependerá de los éxitos de la propia política económica".
"Agotado el modelo de crecimiento basado en el consumo doméstico, la nueva administración se propone reorientar la economía hacia la inversión y las exportaciones. Lo primero para mejorar la productividad y aumentar la tasa de crecimiento de largo plazo. Lo segundo para aumentar la oferta de dólares y superar la restricción externa, que históricamente ahogó los ciclos de crecimiento", explicó.
En este contexto, advirtió que "la situación internacional no será tan favorable para el próximo Gobierno". "Si bien no se espera que la economía global empiece a jugar en contra", lo cierto es que el viento de cola ha perdido potencia en el último tiempo. La capacidad de la economía para generar dólares, comerciales o financieros, se verá algo resentida a causa de varios factores", auguró.
En este sentido, sostuvo que "la demanda externa por productos argentinos tampoco será tan dinámica". "Las proyecciones de crecimiento de los principales socios comerciales no son tan favorables, sobre todo las de Brasil y China, primer y segundo destinos de exportación, respectivamente. La menor demanda externa implica menor capacidad para generar dólares comerciales", concluyó.