Por Mariano Parada Lopez
Redacción El Destape
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Detrás de la denuncia por presunto encubrimiento y la investigación de la muerte de Nisman yace la causa más boicoteada de la historia argentina: la investigación por el atentado a la AMIA. Los familiares de las víctimas continúan con su reclamo de justicia ante un Estado que, reconocido en 2005, no los amparó. Entre ellas, Adriana Reisfeld, titular de Memoria Activa, quien dialogó con El Destape sobre los vaivenes tras el fallecimiento del fiscal, al cual cuestiona, como así también a todo el Poder Judicial y a gran parte de la dirigencia política.
El Destape: -¿Cuál es su opinión sobre esta marcha del 18 de febrero?
Adriana Reisfeld: -Me parece bien cualquier actuación que tenga la gente en reclamo de justicia, (pero) me llama la atención que se llame "marcha del silencio". Después de pensarlo un rato, pienso que se llama así porque se callaron todos durante 20 años: los jueces, los fiscales, los políticos, los directivos de AMIA y DAIA, la policía y los diplomáticos.
ED: -¿Por qué cree que ahí hay personas que callaron?
AR: -Se dio vuelta la situación porque los que debemos reclamar y pedir justicia somos las víctimas. Acá son los fiscales y jueces que hacen la marcha, es llamativo. La gente tiene que ir a todas las marchas que sean de reclamo de justicia. Tiene que esclarecerse la muerte de Nisman y el atentado de la AMIA. Hace 20 años y medio que estamos esperando y gracias a muchos de estos jueces y fiscales no sabemos qué pasó. En Francia, al segundo día (tras el atentado en Charlie Hebdo) sabían quién había sido.
ED: - ¿Cree que es cuestión de impericia o adrede?
AR: -Esa pregunta hay que hacérsela a ellos, si tienen intención de no dar justicia o no lo saben a hacer. Me inclino que tienen intención política de que no se sepa la verdad, por eso hay que impulsar al juicio oral. Ya pusimos fecha, tiene que empezar el 1 de julio como dijo Cristina Kirchner. Están dadas todas las condiciones, faltan algunas partes que el juez Lijo había elevado y vamos a saber por qué no quieren que se sepa la verdad en la causa AMIA.
ED: -La titular de APEMIA, Laura Ginsberg, dijo en el Congreso que la muerte de Nisman es un "crimen de Estado", ¿usted coincide?
AR: -Todavía tenemos que decir que es un muerte, no sabemos qué pasó. Es evidente que algo tiene que ver con la causa AMIA, tenemos que esperar a que la jueza y fiscal decidan si se suicidó o lo mataron y quiénes lo mataron, en qué momento. Este hombre murió en un momento y 12 horas después entraron a buscar el cuerpo. Los que lo tenían que cuidar, que podían patear la puerta, fueron a buscar a la madre, es tragicómico cómo sucedió. No me voy a aventurar a dar una opinión.
ED: -Este juicio es por encubrimiento de la pista siria, mientras que Nisman hizo la denuncia por presunto encubrimiento de la pista iraní. ¿Cuál de las dos le parece más creíble?
AR: -No soy abogada, eso lo tienen que dirimir los jueces y los fiscales. La realidad es que las dos pistas se tenían que investigar hasta el fondo y ninguna se hizo. La denuncia que hizo Nisman me parece bien, que se llegue a las últimas consecuencias. Ya tenemos para empezar la conexión local y el encubrimiento, el juicio oral también es por la conexión local también, los terroristas entraron y salieron (del país). Hay que llegar hasta las últimas consecuencias y empezar por esto, que ya está armado. Al juez que le toque la causa que investigaba Nisman que profundice con todos los elementos que tenga a la mano. Él (por Nisman) tenía un equipo de 40 personas que tienen que saber todo lo que el fiscal estaba trabajando.
ED: -¿Cree que esto puede derivar en una mejora de los servicios de inteligencia?
AR: Cuando Néstor Kirchner firma el decreto 812/2005, uno de los puntos es una reforma de la SIDE donde se blanquee su actividad y los fondos reservados no existan más. Presentamos a todos los senadores, les llevamos en mano nuestras sugerencias para que, si se lleva a cabo esta reforma que tenga un sustento en lo que pedimos, que creemos es para un mundo mejor.
ED: -¿Este proyecto que se está discutiendo en el Congreso satisface sus reclamos?
AR: -En algunos casos sí, otros no. Pienso que debieron haberse tomado más tiempo, las cosas no tienen que hacerse tan rápido y debiera haberse insistido para que estén todas las partes, que esté la oposición. Si no, esto en lo único que se convierte es en una contienda política y nunca es para el bien de la población. Hubiera sido lo ideal. Tienen tiempo para ir al recinto a reclamar, sería bueno que se hubieran juntado. A veces hay que rescindir lo que uno piensa para un objetivo mejor. No hay nadie que nos represente en este momento que busque el bien mejor, sino agua para su molino y así no se puede avanzar.
ED: -Se ha propuesto que vinieran expertos internacionales a colaborar con la investigación, ¿puede ayudar?
AR: -Tenemos que investigar acá, no pueden venir extranjeros. Sí pedimos un veedor para el juicio oral, como pedimos en el juicio del 2004 para que observe cómo se está llevando a cabo el juicio y dé su opinión, en ese momento fue el doctor Claudio Grossman. Ahora volvimos a pedir un observador. No creo que pueda venir un país extranjero a investigar el atentado a la AMIA, tenemos que hacerlo en nuestro país, es lo que corresponde.
ED: -¿Qué espera que ocurra con la investigación del atentado, tras la muerte del fiscal?
AR: -Tienen que ponerse a trabajar seriamente los fiscales. La actuación de Nisman con respecto a la AMIA fue realmente muy pobre, durante diez años no hubo grandes avances. La culminación de todo lo que queremos saber va a estar en el juicio oral por encubrimiento contra personajes que nunca dijeron por qué encubrieron, por qué la SIDE pagó 400 mil dólares a Telleldín.
Consideramos que después de 20 años el encubrimiento es tan culpable (sic) como el que puso la bomba. Los encubridores hicieron que no sepamos durante años lo que pasó, por eso tienen que ir a un juicio y si corresponde, como yo supongo que va a ser, tienen que ir presos por encubrir el atentado más grande que tuvo la Argentina y el más grande que hubo en el mundo fuera del estado de Israel en ese momento. ¿Se usó la Argentina como un país de prueba? Veamos por qué.
Recuerden que la AMIA era una mutual, donde la gente iba a buscar trabajo, subsidios, se hacían cursos como es hoy, no era una representación política de ningún país. Trabajaba gente judía y no judía. En el segundo piso es donde más gente murió, había mucha gente joven que fue a pedir trabajo y no todos eran judíos.