Abusos: PyMEs denuncian a las empresas de tarjetas de crédito

15 de noviembre, 2014 | 18.00
Por Darío Gannio
Redacción "El Destape"

No solo los compradores se quejan de los bancos y las tarjetas de crédito: lo hacen por igual los pequeños comercios que, dicen, también se ven perjudicados. Es que, al histórico reclamo por parte de las PyMEs de que los bancos les faciliten acceso al crédito, se le sumaron este año denuncias contra abusos y rechazo a iniciativas impulsadas por el sector financiero. Entre ellas, el proyecto de instalar el sistema Posnet en todos los pequeños comercios de la Provincia de Buenos Aires, fuertemente resistido por las cámaras de los empresarios menos grandes. Son los mismos que señalan que, a razón del programa Ahora12, las tarjetas los "discriminan" y "juegan a favor de las firmas de peso".

Según estos dirigentes, a partir del plan de cuotas impulsado por el Gobierno hace dos meses, las emisoras de los plásticos, que debieron "perder" parte de su rentabilidad para sumarse al Ahora12, comenzaron a generalizar prácticas que perjudican a los más chicos.

Entre esas herramientas, lo que hacen los bancos es extender los plazos de pago a los comerciantes. Es decir, demoran entre 18 y 60 días hábiles más el pago que los compradores realizaron en cada negocio. El reclamo es que, con una inflación del 2% mensual, al retrasar la devolución, los bancos se quedan con ese interés.

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En cambio, si los comerciantes quieren adelantar el pago, por ejemplo en 48 horas, deben pagar un interés de entre 10% y 15 por ciento. Muchas veces, sin pedirlo, les anticipan ese dinero y después les cobran el costo financiero de la aceleración. "Es un sistema regresivo y expulsivo", catalogó el economista Mariano Kestelboim, que agregó que les cobran a los negocios gastos obligatorios de aranceles "mucho más altos que en Estados Unidos o Europa" y más elevados que a las empresas más grandes. Además, las entidades emisoras les cargan importantes costos de servicios, restringieron los créditos, mantienen elevado el préstamo descubierto (con el que se financian la mayoría de los "chicos") y disminuyeron las cuotas para las PyMEs.

"La obligatoriedad de tarjetas perjudicará a muchas PyMEs de la Provincia de Buenos Aires", fue el título que eligió el titular de la Cámara de Comercio y miembro del Grupo de los Seis, Carlos De La Vega, para rechazar la entrada de los Posnet en todos los locales. "Si bien la entidad está a favor de la formalización de la economía, en este caso se estaría desconociendo la realidad de las pequeñas empresas", dijo el comunicado de la CAC, que enumeró que los perjuicios. Entre ellos, detallan: "Se reduce el volumen de ventas y se eleva el costo del financiamiento, se prolonga el plazo de cobranza, se restringe, significativamente, el acceso a los planes de pago en cuotas (sin interés) para los compradores de las PyMEs, limitando su aplicación a algunas grandes cadenas nacionales y los proveedores han acotado el plazo de pago otorgado a su clientela, fenómeno que disminuye el plazo total de financiamiento en la cadena de valor". Por último, la tasa que les cobran las empresas de Posnet son mayores que las que les imputan a los comercios de mayor peso y shoppings.

Pero no solo las PyMEs tienen quejas. Es que las tarjetas están, junto a los celulares y medicina prepaga, en el podio de denuncias ante organismos de Defensa del Consumidor. "Muchas veces los comercios inflan los precios para después hacer los descuentos, pero no son para todos, sino que se orientan discriminatoriamente a los que más recursos tienen", apuntó Kestelboim. Por eso, muchas veces se ven en las vidrieras los descuentos del fin de semana, Navidad o incluso por internet en el CyberMonday a precios similares a los que usualmente se ven otros días.

Además, los usuarios a partir de empezar sus gastos con tarjeta se ven obligados a consumir todo un paquete otorgado por el banco, tienen que pagar el resúmen ($55), el costo de seguro de vida (4%), la extensión del plástico (hasta $700) y otros gastos administrativos.

Por último, lo que pocos usuarios saben es que, si no cancelan el gasto total del mes con el banco, la refinanciación del saldo es de las más abusivas que otorga el banco: llega a ser de hasta el 80 por ciento.