El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, a días del 24 de Marzo, lanzó una desafortunada frase.
Avruj afirmó las organizaciones sociales y de Derechos Humanos “no deberían convertirse en factores de oposición ideológica” al Gobierno y cuestionó el hecho de que recurran a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “sin agotar el diálogo” en el país.
Avruj lo hizo en el marco del pedido de distintos organismos que llevaron a la sede de la CIDH en Washington, donde se realizaron audiencias sobre los cambios normativos en materia de política migratoria en Argentina y sobre las denuncias de “represión a la protesta y la sindicalización” en la provincia de Jujuy.
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"Cuando uno hace un análisis de todas esas posturas de no apoyo y no acompañamiento, y de recurrir permanentemente a la CIDH -con todo el derecho que les asiste- pero sin que se agote el diálogo previamente dentro del país como corresponde, está marcando una tendencia opositora que los organismos no deberían tener. Tienen que tener su propia agenda y no convertirse en factores de oposición ideológica”, dijo Avruj en declaraciones a radio Delta desde Washington.
Avruj encabezó la delegación del Estado argentino que defendió ayer ante los integrantes de la CIDH el decreto que modificó la ley de migraciones y también la política de derechos humanos. En esa audiencia, el secretario de DDHH debatió fuertemente con el titular del CELS, Horacio Verbitsky, quien dijo que en Jujuy “hay una intolerable situación de persecución contra toda forma de protesta por parte de un gobierno que quiere ser juez y parte” y denunció un “divorcio alarmante entre lo que se dice y lo que se hace: el discurso es de respeto a los derechos humanos, pero la práctica es represión y violencia”.