El ministro de Economía, Axel Kicillof, confirmó el acuerdo firmado con las provincias petroleras, sindicatos y empresas para reducir los valores de todos los combustibles en las estaciones de servicio del país, tras el derrumbe del precio internacional del barril de crudo.
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"La caída de la nafta, que involucra una caída de 7 dólares del barril de crudo, permitirá que las estaciones de servicio no pierdan sus márgenes de rentabilidad", resaltó el ministro durante la conferencia de prensa e insistió en que hubo "una caída tan fuerte e inesperada del precio del petróleo que tiene efectos económicos y sectoriales a lo largo y ancho del planeta".
El acuerdo, remarcaron los ministros Kicillof y Julio De Vido, es a cuatro bandas: el Estado nacional, que reducirá el impuesto a las naftas y modificará el esquema de retenciones móviles a la exportación de crudo; los sindicatos, que deberán mejorar su eficiencia y productividad; las empresas, que resignan ingresos por la caída del barril y el precio de las naftas; y las provincias nucleadas en la OFEPHI que percibirán menos regalías por su producción. El objetivo declarado por los funcionarios es trasladar el beneficio de la caída del costo a los consumidores sin afectar niveles de producción y empleo.
De Vido resaltó que "cada 10 centavos que bajen los combustibles, son 2 mil millones de pesos por año que se vuelcan a la economía real". Entre los presentes en el acto se encontraban, entre otros, representantes de los sindicatos petroleros y Martín Buzzi, gobernador de Chubut.
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