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El "kirchnerizado" funcionario es el secretario de Comercio Interior, Miguel Braun, quien describió cómo debía ser el proceso de "integración al Mundo" prometido por Cambiemos.
"La integración argentina al mundo es con la gente y los trabajadores adentro", dijo uno de los referentes de la fundación Pensar ante los empresarios.
La confesión de Braun va en línea con los nuevos tiempos, más cercas del clima electoral y con una calle que se está calentando contra el Gobierno. A la Marcha Federal se le puede sumar un paro de la CGT con respaldo de organizaciones sociales. Un clima poco afecto a las inversiones y a unas elecciones legislativas consideradas clave por la Casa Rosada.
En declaraciones al diario BAE Negocios, Braun consideró que "va a haber apoyo para que la reconversión productiva no deje a nadie en el camino" y destacó que la apertura de la economía será gradual. "Necesitamos un fuerte flujo de inversión", añadió, para evitar que desaparezcan sectores hoy considerados poco competitivos.
"Vía gradualista para evitar el ajuste"
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, volvió a insistir que el Gobierno está realizando un "ajuste gradual" con contención para los sectores sociales más desfavorecidos.
"La gente pidió el cambio, por lo tanto se trata de un cambio de la gente y con la gente; para los más desprotegidos extendimos los programas sociales, ampliamos asignaciones familiares y reparamos la deuda histórica con los jubilados", aseguró el ministro, en sintonía con Braun.
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