La Asamblea Legislativa fue convocada para las 12.00 y será presidida por el presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora, debido a que el vicepresidente, Amado Boudou, se encontrará en Uruguay para participar de la asunción presidencial de Tabaré Vázquez.
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Los legisladores de ambas cámaras esperan un discurso de alto voltaje político, no sólo por tratarse del último de su mandato sino por el enfrentamiento que mantiene con un sector del Poder Judicial y el terremoto institucional que significó la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Si bien los detalles del discurso se mantienen en estricta reserva, hay una fuerte expectativa por los anuncios que podría realizar debido a que circularon fuertes versiones sobre posibles medidas relacionadas con la Asignación Universal por Hijo, un hito de la gestión de Cristina Kirchner, y otro sobre el Impuesto a las Ganancias, eje de muchas de las críticas de la oposición, particularmente del sector gremial.
Al inicio de la reunión en el recinto de la Cámara de Diputados, la Asamblea designará a los legisladores que integrarán la Comisión Exterior, encargada de recibir a la Presidenta en la explanada del Congreso, y a la Comisión Interior, que la recibirá en el Salón Azul del Senado.
Pero la organización también concita gran atención, debido a que el operativo de seguridad será más estricto que en años anteriores, confirmaron a NA fuentes de los bloques oficialistas de ambas cámaras.
Es que este año la Casa Militar (órgano que responde a la Secretaría General de la Presidencia) será la encargada de custodiar, junto con los efectivos de Seguridad del Congreso, el acceso al recinto.
De esta manera, se controlará que sólo entren al hemiciclo los legisladores, sin asesores ni personal afectado a sus respectivos bloques.
Además, se entregarán credenciales magnéticas para losinvitados especiales, ya sean referentes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, embajadores, familiares de los legisladores o militantes de las distintas agrupaciones que apoyan al oficialismo.
Por su parte, Cristina Kirchner llegará a la Casa Rosada a bordo de un helicóptero y desde allí se trasladará en auto, subiendo por la Avenida de Mayo, luego por Rivadavia, hasta el Congreso, donde en las puertas se desplegará una multitud de militantes que seguirán su discurso a través de pantallas gigantes y un sistema de parlantes que se montará en la Plaza del Congreso.
Pese a que en un primer momento se dijo que esta vez no habría militantes en las bandejas, finalmente se decidió que accedan pero con sus respectivas credenciales magnéticas, algo a lo que la seguridad prestará especial atención.
Esto probablemente se deba no sólo al momento de tensión política actual, sino a que los opositores que concurrirán (tanto Elisa Carrió como los senadores nacionales del Peronismo Federal estarán ausentes) advirtieron que podrían retirarse si son agredidos desde las bandejas.
De hecho, una fuente de la bancada radical confirmó a Noticias Argentinas que los jefes de bloque se sentarán cerca para coordinar los pasos a seguir en caso de que eso ocurriera o si la Presidenta les lanzara alguna acusación de golpismo, aunqueaclararon que tolerarán las críticas políticas consideradas "normales".