Fernando Galarraga: “Vamos a erradicar el estigma que nos impuso el macrismo”

El subdirector ejecutivo de la Agencia de Discapacidad adelanta que se deben recuperar derechos, pero también dar una batalla ideológica.

16 de febrero, 2020 | 00.05

El subdirector ejecutivo de la Agencia de Discapacidad Fernando Galarraga, afirmó en una entrevista con El Destape que el peor daño que hizo el macrismo fue la estigmatización contra las personas con discapacidad. “Desde hace cuatro años nos catalogan como incapaces de producir o como un gasto para el Estado, eso debe cambiar”, sostiene. 

El flamante funcionario adelanta que desde la agencia, que depende de la órbita de Presidencia de la Nación, deben restituir y ampliar los derechos que se perdieron durante el macrismo
“En mi vida personal el Estado fue fundamental para que pueda tener un trabajo tras quedarme sin visión a los 12 años. Con un ingreso en blanco pude formar una familia y continuar con mi vida. Quiero que esos derechos que tuve sean para todos”, manifestó. 

-¿Cuál va a ser el eje de tu gestión dentro de la Agencia de Discapacidad?

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-Lo fundamentar es cambiar las prioridades y la mirada hacia las políticas públicas para las personas con discapacidad. Queremos restituir todos los derechos que se perdieron en los últimos cuatro años, queremos transformar muchas políticas para que tengan un impacto real en las personas. Necesitamos que se lleve adelante una inclusión efectiva, porque lamentablemente se utiliza el discurso de la inclusión y el protagonismo de las personas con discapacidad, pero en la práctica no ocurre.  Esos caminos deben cambiar y el Estado es fundamental. 

-¿Qué derechos se perdieron durante el macrismo? 
- Se cambió la mirada. Nosotros defenderemos el paradigma social de la discapacidad donde hablamos de derechos. La discapacidad es una problemática social y todos como actores debemos abordarlas. Durante el macrismo se volvió a una mirada sobreprotectora, a pensar en que cada uno es responsable por sí mismo, a pensar en la filantropía como un recurso válido. Y se sacó al Estado de su rol de garante de los derechos de las personas con discapacidad. Se despidieron trabajadores con discapacidad dentro del estado, se eliminaron pensiones no contributivas, se vaciaron programas públicos y lo más grave es que se volvió a imponer el estigma sobre las personas con discapacidad

-Además de una persecución económica, hubo una persecución ideológica
-El macrismo volcó la mirada neoliberal sobre las personas con discapacidad a las que estigmatizó como personas improductivas, como un costo para el Estado, como pasibles de ser ajustadas. Cuando llegamos a la Agencia de discapacidad nos encontramos con que se firmaron convenios que nunca se pusieron en práctica, el personal se sintió muy maltratado por las autoridades, había cajas de expediente que se cajoneaban para que no se entreguen beneficios que se solicitaban. 


-Hoy no se cumple con la ley que determina que el 4% de los empleados estatales deben ser personas con discapacidad.  ¿Piensan en otra legislación que pueda ayudar a la integración real?
-Para nosotros el cupo laboral del 4 por ciento es crucial. El Estado debe ser la punta de la inclusión laboral de personas con discapacidad y para ello vamos a trabajar con todos los ministerios para promover el cumplimiento del cupo.  Hoy sólo el 0,91 % de los empleados estatales son personas con discapacidad, es un número muy bajo. El 4 por ciento para nosotros es un piso y de ninguna manera debe ser un techo y además la idea es trabajar para que esto pueda ser replicado en el ámbito privado para que las empresas puedan integrar la diversidad en sus recursos humanos. 

-¿Cómo afrontaste tu pérdida de visión a los 12 años? 
-Yo tengo dos hermanos más con problemas visuales y sabía que por una cuestión genética podía pasarme, sin embargo vivir esa situación a esa edad, con todos los cambios como el ingreso a la secundaria, es un momento muy difícil y complejo que pude superar por el apoyo de mi familia. Cualquier pérdida de esta característica conlleva un dolor y un reacomodamiento interno. Lo importante es tener el afecto de la familia y el apoyo profesional. Esto fue hace más de 30 años y hoy hay más información al respecto incluso.

-¿Cuáles fueron los derechos que te dio el Estado y cuáles faltaron? 
-Fue decisivo, porque a los 19 años ingresé por concurso al Coro Polifónico Nacional de Ciegos y acceder a esa edad a un trabajo con estabilidad fue clave para toda mi vida como persona que se pudo  capacitar, que pudo formar una familia y que pude tener hijos. Después pude proyectarme en organizaciones representativas de las personas con discapacidad dentro de organismos de representación sindical y del Frente de Todos.  Lo que me faltó y creo se debe tratar es la necesidad de que los derechos sean federales: se deben extender a diferentes tipos de capacidades y en diferentes puntos del país. Para hacer esto tuve que irme de Entre Ríos para venir a Buenos Aires. Esto le pasa a muchos y las familias son obligadas al desarraigo, al abandono de su casa, de su barrio y de sus allegados. Para esto tenemos que fortalecer el Estado y ser más federales.