Con explosivos, topadoras, taladros neumáticos e incluso mazas, el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) destruyó más de 80 monumentos históricos y sitios arqueológicos sólo en el norte de Iraq. Un reciente video muestra a los extremistas destrozando el templo del rey Asurnasipal II y los restos de la ciudad de Nimrud, patrimonio histórico de 900 de antigüedad. Las imágenes impactaron en las poblaciones locales y conmocionaron a Occidente. Justo lo que ISIS buscaba.
"Cuando logramos el control de un territorio, destruimos los símbolos del politeísmo y difundimos el monoteísmo ", afirma orgulloso un miliciano en el video. Detrás de él, se ven los restos de un edificio histórico hecho pedazos.
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Con la eliminación de los símbolos del politeísmo, el Estado Islámico intenta legitimarse como el verdadero heredero de Abraham y Mohamed, los "primeros destructores de ídolos".
Sin embargo, los objetivos no son sólo los edificios y estatuas pre islámicos, sino todo patrimonio histórico que no represente la interpretación estricta del islamismo suní que intenta imponer el grupo extremista, como las de las minorías yazidis, curdas y cristianas.
La eliminación de símbolos milenarios no solo busca mostrar devoción de los extremistas musulmanes sino que también apunta a fomentar tensiones entre los distintos subgrupos religiosos en la región, consigna National Geographic.
Según Micheal Danti, profesor de arqueología de la Universidad de Boston, la mayoría de las 80 destrucciones de patrimonio histórico documentadas en el norte de Iraq están relacionadas con las sectas Shia y Sufí.
"Estos videos están dirigidos a las poblaciones locales", señala Christopher Jones de la Universidad de Columbia. En ese sentido, el especialista destaca que los mensajes también contienen fuertes alusiones al Corán.
Por otro lado, ISIS considera que la arqueología es una práctica importada de Occidente que fomenta el nacionalismo iraquí. En consecuencia, la eliminación del patrimonio histórico allana el camino para el objetivo máximo del grupo extremista: unir a todos los musulmanes del mundo bajo un califato en tierras de Iraq, Siria y otros países del Levante Mediterráneo.
Pero, en la lógica de los terroristas, existe otro propósito para eliminar el pasado histórico: la conmoción que causa en el mundo occidental. Según Danti, eso es utilizado por los miembros de ISIS para decir a los pobladores locales: "Occidente se preocupa por la destrucción de estos ídolos pre islámicos, ¿pero acaso se preocupan por vos , tu mezquita o lo que te pasa a diario?.