Desde el ingreso de los u$s 15.000 millones correspondientes al primer desembolso del FMI, ocurrido el 22 de junio, las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) descendieron desde u$s 63.274 millones a u$s 55.076 millones. El Ente Rector perdió u$s 8.198 millones, un 13 % de sus reservas en escasos 42 días de operaciones bancarias.
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El presidente del Banco Central justifica este despilfarro de dólares prestados con la necesidad de retirar pesos sobrantes de la economía acumulados en los títulos de absorción monetaria (“la bomba de LeBac”) emitidos por su predecesor. Pretende igualar el dólar nominal que cotiza a diario en el mercado de cambios con la paridad resultante de dividir la liquidez en pesos por las reservas disponibles y de ese modo alcanzar la estabilidad cambiaria.
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La liquidez en pesos/reservas internacionales arroja una paridad de $ 39,6
La liquidez en pesos/reservas internacionales arroja una paridad de $ 39,6 y la cotización de mercado cerró este viernes a $ 31,5. Según estos cálculos y con el refuerzo de u$s 7.000 millones de reservas provenientes de la extraña mezcla de aportes del FMI y China, sería relativamente sencillo alcanzar un tipo de cambio estable en torno a los $ 34. Un “aterrizaje suave”, como le dicen.
Sin embargo, la presión de los pesos sobre las reservas no frena y ahora es acompañada de una corrida bursátilgeneralizada contra los títulos soberanos -que llevó el riesgo país a 726 puntos- y contra las acciones privadas que deterioraron el valor de las empresas argentinas en casi un 70 % promedio.
Las razones de este comportamiento son dos:
- La de carácter estructural, radicada en el abultado desequilibrio del sector externo que coloca a la Argentina en una situación de extrema vulnerabilidad en el convulso escenario internacional. Tema del que nos hemos ocupado profusamente en esta columna y que es ratificado por las cifras acumuladas a julio que presentan un déficit de la cuenta corriente cambiaria de u$s 9.796 millones y una salida de dólares del sector privado por la cuenta capital cambiaria de u$s 23.355 millones.
- La extraña política del BCRA que malgasta dólares escasos en defender una paridad alejada de un valor de estabilización en el corto plazo. Así se fueron u$s 3.885 millones en julio para anclar la cotización en $ 28 y u$s 2.752 millones en lo que va de agosto para impedir que supere los $ 30.
En un marco como el actual, el BCRA permite a los agentes económicos deshacer sus posiciones en pesos a un dólar que siempre es barato respecto del día posterior. Algo así como “compren ahora porque mañana sube”, facilitando una salida muy ordenada a los operadores de mercado con reservas internacionales prestadas.
La desmonetización de la economía, o más propiamente su des-pesificación, ocurre con un Banco Central que mansamente entrega dólares de contado a una paridad que incentiva la salida porque se evidencia insostenible a un plazo mayor de un mes.
Sorprende que Luis Caputo, con más de u$s 63.000 millones en el BCRA al inicio de su gestión, no haya procurado ubicar la cotización en una paridad más alta y acorde a la relación liquidez en pesos/reservas internacionales, conservando ese stock sin dilapidar 13 % del mismo en dos meses. Sin duda los compradores recientes salieron beneficiados y alcanzaron la cobertura en dólares de sus fondos de inversión y empresas.
Evidentemente esta política, cuyo punto cumbre fue el mes de julio, se revela incapaz de recomponer la oferta privada de divisas, pero con el agravante que mina la herramienta defensiva más importante con que cuenta una economía emergente frente a un choque externo: sus reservas internacionales.
Cuando el descripto desequilibrio del sector externo agudice la tensión cambiaria, se revelará que el ajuste monetario y fiscal es inviable para contener al mercado cambiario y entonces la dilapidación de dólares presente será doblemente dolorosa para el pueblo argentino. Recuerda cuando en el 2000/2001 se hicieron feroces ajustes, se aumentó la deuda pública y se fugaron u$s 20.000 millones para sostener la inviable paridad $ 1=u$s 1. El desenlace fue horrendo.
El astro de la Champions League (según palabras del Jefe de Gabinete) que preside el BCRA fue un destacado operador del mercado financiero. ¿Tendrá el pase libre?