"Lo de Carrió es una estrategia coordinada con Sanz"

18 de noviembre, 2014 | 21.23
Por Juan Ignacio Agosto
Redacción El Destape
@juanchoagosto

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UNEN se rompió tal como se lo conocía. Elisa Carrió dio el portazo pero antes dejó críticas para todos. Ahora resta conocer los movimientos del resto del frente. Tras la decisión de la Unión Cívica Radical (UCR) de mantenerse dentro de UNEN, Leandro Santoro, referente de la agrupación radical Los Irrompibles -y crítico de la cúpula partidaria- opinó que el partido debe replantear su línea política y no echarle la culpa a Carrió.

El lunes la UCR emitió un documento ratificando su pertenencia al FAU, pero con la ruptura anunciada hoy por Carrió quedó en una encrucijada: debe optar por seguir en UNEN o romper y formar otro espacio con Macri. ¿Qué debería hacer el partido?

Hay una línea política que hay que cambiar, decidir a quiénes representa, qué discurso va a tener. Y no suponer que Carrió es la causa de todos los males. Ella le pone el cuerpo a la idea del presidente del partido (Ernesto Sanz), con quien venía trabajando en tándem. Fue Sanz el que le pidió a Macri la interna, echarle la culpa solo a Carrió es un error. Fue una estrategia conjunta entre ambos.

Pero en el documento del lunes el partido no se expidió sobre una eventual interna con Macri, ni tampoco con Massa.

Tampoco se lo rechazó, patearon la pelota para adelante y no tomaron grandes definiciones. Sin embargo, dicen mucho más las cosas que no están dichas que las que se dijeron.

¿Qué cosas?

Creemos que primer hay que delinear un proyecto de país y después hacer las alianzas en consecuencia, no hacer el camino inverso. Por ejemplo, si querés construir una reforma tributaria progresiva no te vas a juntar con las derecha. Todo eso faltó.


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¿Qué quisieron decir con "Sanzseacabó" en los afiches que pegaron antes del encuentro en San Fernando?

Que quedaba clara cuál era la jugada de Sanz. Primero invitó al PRO a esa interna conjunta y al día siguiente Macri recoge el guante, abandona su idea de "tercera vía" y empieza a jugar con ciertos sectores del radicalismo.

¿Cuál es el rol que debería cumplir el radicalismo en este contexto?

El radicalismo vive un proceso de balcanización. Lo que hay que hacer es dejar de trabajar solo para los intereses particulares y pensar en los intereses del conjunto. No se puede rechazar una alianza nacional y aceptar que se hagan alianzas provinciales con partidos que van a ser tus rivales a nivel nacional. No existe esa "autonomía consensuada" de los candidatos a gobernadores, como dice el documento, para hacer sus acuerdos políticos por fuera de la línea estratégica de los intereses de UNEN.

Dentro del radicalismo muchos lo acusan de kirchnerista por algunas de sus expresiones. ¿Tiene más coincidencias con el oficialismo que con su partido?

Me da lo mismo lo que digan, yo siempre pensé igual. Tuve una formación gramsciana, me considero un hombre de izquierda y obviamente tengo mis puntos de coincidencia con el gobierno y también tengo mis criticas. Pero el debate acá se polarizó y los opositores, si no estás en contra del gobierno, te ponen del lado del gobierno. Nosotros no creemos que Cristina sea eterna y tenga que gobernar hasta que se muera, por ejemplo.

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La coyuntura obligó a la entrevista con El Destape a cambiar de rumbo. Ayer se hizo público un informe de la Procuración Penitenciaria de la Nación sobre el estado "deplorable" del penal de Marcos Paz, donde Santoro fue docente. Al ser consultado al respecto, aseguró que los presos comunes denuncian que los detenidos de las fuerzas de seguridad, entre ellos quienes tienen condenas por delitos de lesa humanidad, viven en condiciones mucho mejores que el resto. Y reveló un dato hasta ahora no conocido: que Jorge Rafael Videla y otros genocidas tenían presos que "trabajaban" para ellos a los que llamaban "grupo de tareas" y que regalaba ejemplares del libro "Disposición Final", de Ceferino Reato, dedicados por él mismo.

Usted fue docente en Marcos Paz, ¿cómo evalúa las condiciones del lugar?

Lo que conozco de Marcos Paz es el sector donde estaban alojados los detenidos de fuerzas de seguridad y los condenados por delitos de lesa humanidad. No conozco los pabellones de los presos comunes. Pero sé que se quejaban de las condiciones de los primeros.

¿Vivían en condiciones mucho mejores?

Todos los presos decían que las condiciones de los presos de las fuerzas de seguridad eran mejores. La comida, la libertad de tránsito dentro de la cárcel, había mucha diferencia. Adentro de ese pabellón había un sector especial para lesa, donde vivían muy bien, entre ellos Videla. De hecho le conté a la Presidenta una situación. Una vez me puse a hablar con uno de mis alumnos, que me contó que trabajaba para él. Le hacía la cama, le cambiaba las bombitas de luz. Formaba parte de lo que, junto a otros genocidas detenidos, denominaban su "grupo de tareas".

¿Videla y otros genocidas llamaban "grupo de tareas" a los presos comunes que trabajaban para ellos? ¿Cómo era esa relación "laboral"?

Sí, eran tres o cuatro chicos. No sé si les pagaban o no, pero trabajaban para ellos. Así me lo contó este alumno, que en un recreo, me trajo el libro "Disposición Final" (del periodista Ceferino Reato, sobre la confesión de Videla en prisión). Lo abre y en la primera hoja estaba dedicado y firmado por Videla. Me dijo: "Me lo regaló él". Videla dormía a 20 metros de donde dábamos clase.

Se sabía que Videla había convocado a Reato porque había leído sus libros, le habían gustado y quería hablar con él, pero nunca se supo que además lo firmaba y lo regalaba. ¿Qué más le dijo?

Me preguntó si quería uno, que me lo conseguía. Él tenía la idea de que esa firma hacía que fuera a convertirse en un documento caro en el futuro. Yo no leí el libro, no tengo opinión formada sobre lo que dice.

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