En 2002, el periodista que falleció en las últimas horas fue el encargado de publicar una tristemente célebre tapa de Clarín en la que se encubrió la responsabilidad de la Policía en los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Luego de que los integrantes de movimientos sociales fueran asesinados el 26 de junio de 2002 por la Policía Bonaerense a cargo del por entonces comisario Alfredo Fanchiotti, el periódico del Grupo Clarín decidió utilizar el nefasto eufemismo de la crisis y omitir la secuencia de fotos completa que incriminaba a los efectivos.
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Las imágenes fueron luego reveladas por Página 12, que dejó en evidencia la protección de Clarín. Más tarde, durante el documental "La crisis causó dos nuevas muertes", Blanck llegó a admitir que había cometido "un error".