José López debe ser indagado por el escándalo de los dólares enterrados en un convento pero, cuando le iban a tomar declaración, el ex secretario de Obras Públicas comenzó a mostrar signos de insanitud: comenzó a golpearse la cabeza contra la pared y decía no saber quién era.
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Por estos motivos, el ex secretario de Obras Públicas fue remitido ayer al hospital Vicente López y Planes de General Rodríguez para que los peritos médicos confirmen si, efectivamente, tiene alteraciones mentales y problemas psicológicos o los simula para ser declarado inimputable.
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Inclusive, este viernes se volvió a suspender la declaración indagatoria del exfuncionario por "razones médicas". López iba a ser interrogado por la fiscal de Alejandra Rodríguez, en este caso, por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego en el momento que fue detenido en el convento "Nuestra Señora de Fátima". Se trata de una causa paralela a la de enriquecimiento ilícito que investigan el fiscal Federico Delgado y el juez Daniel Rafecas.
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Su abogada, Fernanda Herrera, ya aclaró a la prensa que ella no busca declararlo inimputable, que nunca dijo que estaba loco y que "eso lo determinarán los especialistas". Sin embargo, ayer contó que, cuando le iban a tomar declaración, comenzó a golpearse la cabeza contra la pared, a tratar de provocarse lesiones, decía de a ratos no saber quien era y de a ratos se negaba a identificarse.
Tras la internación ordenada por la fiscal, los médicos del hospital Vicente López y Planes dijeron que no percibieron ninguna patología, sólo una hipertensión.
Sin embargo, luego lo revisó un perito médico policial que diagnosticó que López sufría estrés nervioso, por lo que no estaba en condiciones de declarar. Recomendó volver a revisarlo dentro de 24 y de 48 horas.