Por Iván Schargrodsky
Especial para El Destape
@ischargro
Eduardo Valdés es amigo personal del Papa Francisco. Ahora, además, es embajador argentino ante el Vaticano. A 20 días de viajar a Roma, el ex jefe de Gabinete de la Cancillería recibió a El Destape y adelantó cuáles van a ser sus objetivos como nexo entre el Gobierno y la Santa Sede. También habló sobre las amenazas que recibe el Sumo Pontífice, del supuesto apoyo de éste a Daniel Scioli y la relación de Francisco con la Presidenta: "Es extraordinaria".
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-¿Cuál es su objetivo de máxima como embajador ante el Vaticano?
-Mantener este nivel de relación que hoy tiene la Argentina con el Vaticano que a mi entender es el más óptimo que tuvo en toda la historia, porque igualar el trabajo que han hecho Guillermo Oliveri, Juan Pablo Cafiero y Héctor Timerman hasta el día de hoy desde que Francisco es Papa es un desafío, la vara es muy alta. Mantenerla va a ser un gran objetivo. Esto también me toca las fibras íntimas del feligrés y del militante.
-¿Por qué le parece que hay tanta sintonía entre Francisco y la Presidenta cuando la relación aquí había sido tormentosa?
-Los católicos creemos en el Espíritu Santo que dicen que es quien ilumina a los cardenales al elegir un nuevo Papa. Creo que el Espíritu Santo estuvo muy presente en la semana del anuncio de Jorge Bergoglio como Francisco y también en aquél lunes de la primera reunión con la Presidenta, donde se conjugaron una serie de factores, que fue el corazón abierto de los dos. Quizás la presencia de Alicia Oliveira que acompañó a la Presidenta en esa comitiva y después la bondad humana de los dos. No tengo ninguna duda.
-Mi pregunta apuntaba más bien a lo político, suena raro que la explicación sea por el Espíritu Santo.
-Primero que nada tiene que haber una química, que es lo que yo denomino Espíritu Santo. Después tiene que haber objetivos comunes.
-¿Cómo cuales?
-La pelea de por la paz en el mundo donde Argentina tiene la misma visión sobre la violencia que hay en Siria que la que tiene el Papa. Ambos se oponen a la invasión para derrocar a Bashar al-Asad. Lo mismo sucede con la visión del conflicto palestino-israelí y de Corea del Norte-Corea del Sur. Eso se ve plasmado en el último discurso de Cristina en la ONU.
-¿Y cómo está hoy la relación del Papa con la Presidenta?
-La mejor del mundo, es óptima. Acaban de tener ese almuerzo, han hablado largo y tendido por teléfono la semana pasada, me consta, antes que Cristina se enfermara, se mandan mensajes, la relación es extraordinaria.
-Se especuló con una posible molestia de Francisco por la foto que circuló con una remera de La Cámpora, ¿fue así?
-Nadie va a visitarlo a Francisco con alguien que Francisco no quiera. Con esto te estoy diciendo que quienes acompañaron a la Presidenta, el Papa sabía perfectamente que iban mucho tiempo antes del almuerzo. Tanto era así que a cada uno de nosotros que integramos esa comitiva nos dijo algo respecto de cosas que habían pasado en nuestra vida en épocas anteriores. Así que esto de que el Papa se molesta si alguien le regala algo es falso. Acá se habló mucho de la remera de La Cámpora que le regaló Andrés Larroque, dejame que te cuente algo: la reunión empezó a la una, el regalo del Cuervo habrá sido una y 25. A las tres y media de la tarde, cuando terminó el almuerzo con la Presidenta, el Papa volvió a donde estábamos todos los acompañantes de Cristina y allí llamó a la abuela de Larroque, dándole una sorpresa, porque fue quien introdujo a Andrés en la lectura del Evangelio. ¿Vos crees que si el Papa se hubiese molestado con algo que pasó a la una y 20 iba a hacer dos horas después la llamada para homenajear a la abuela de Larroque? Con eso se cae solo el argumento. Esa reunión fue la más linda que pasé entre el Papa y el Gobierno, demostraron que era un encuentro entre gente que se quiere.
-¿Por qué el Papa no recibe a Sergio Massa?
-La verdad que no lo sé.
-¿Qué hay de cierto en esa versión que corrió en algunos medios sobre un apoyo del Papa a la candidatura de Daniel Scioli?
-Jamás lo vi al Papa metiéndose en una candidatura detrás de alguien en particular. Sí sé que tiene un gran cariño por Daniel Scioli como también por Julián Domínguez y otros.
-Se habló mucho de las amenazas que recibe el papa Francisco, ¿limita en algo su gestión al frente del Vaticano?
-El Papa no las escucha. Todos le sugerían que no vaya a Albania porque había habido un comunicado del Estado Islámico amenazándolo de muerte y viajó igual, dijo sus palabras, cumplió con su misión y volvió. No lo veo asustado por esas cosas.