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El financiamiento para comenzar un negocio propio ya no tiene que ser un dolor de cabeza. Pero lo cierto es que las start-ups (empresas en su fase inicial) que completaron exitosamente un programa de incubación de negocios son más propensas a mantenerse en la industria en más de un 80%, según los expertos.
"Existe un capital emprendedor, inversores ángeles que vienen de cualquier rubro y que les interesa invertir en proyectos, que en su mayoría son de background tecnológico", señaló a El Destape el asesor de la Asociación Latinoamericana de Venture Capital, Ariel Muslera. Son inversiones "con bastante riesgo" que se asocian con un grupo de emprendedores con un porcentaje accionario minoritario, que implica el 20 o el 30 por ciento del emprendimiento.
La industria del financiamiento tiene varias alternativas, por lo que pueden asistir al emprendedor desde el desarrollo del producto, el espacio físico, el marketing, hasta el networking (la facilitación de contactos para obtener mayor financiamiento) cuando se llega a una nueva etapa de la empresa. "Al principio son individuos que apoyan una idea, y generalmente son conocidos de los emprendedores. Pero en Argentina hay dos o tres redes de ángeles que canalizan proyectos en conjunto", aseguró Muslera.
Los ventures capitals son fondos de inversión, que para el caso argentino se manejan a nivel regional. Toman empresas más desarrolladas, que necesitan una inversión mayor, por encima de los 500.000 dólares. "Lamentablemente las empresas argentinas cuando están listas para un desarrollo mayor van a buscar capital en la región, porque tienen restricciones regulatorias y macroeconómicas que impiden un desarrollo medianamente activo", se preocupó el especialista.
"Las empresas argentinas cuando crecen se tienen que ir a buscar capital a Chile y Brasil. Es una oportunidad más que se estaría perdiendo. Pero Argentina es muy buena en ideas, y hay muy buenos emprendedores que hacen que el país esté a la cabeza de la región", advirtió Muslera.
Actualmente, Argentina comparada con la región está muy atrasada (ver infografía). Si se necesitan más de 100.000 dólares, localmente no existe esa capacidad de financiamiento. "En cambio en Brasil hay 6 o 7 fondos, y en México hay 25 fondos nuevos", dijo el experto en ventures capitals.
En este sentido, Muslera agregó que "primero hace falta una coordinación y un interés del Gobierno en desarrollar esta industria. Se necesita revisar políticas macroeconómicas como el control de cambios para que aparezca la inversión extranjera. El Gobierno podría ver esto como industria a desarrollar, y que se toman decisiones para exportar logros argentinos". El especialista lamentó que "Argentina está muy bien posicionada para crear empresas, pero ese crecimiento lo están llevando a otro lado".
En cuanto a la incubación, está impulsada mayormente por gobiernos y proveen todo lo que tiene que ver con lo físico, como oficinas, por un periodo de tiempo entre un año y dos. También ofrecen mentoría, asesoramiento, y el networking entre los emprendedores. En este caso, no se toma porcentaje de la sociedad sino que es una ayuda, mientras que en el caso de las aceleradoras, si forman parte de la empresa.
"Acá hay incubadoras que tiene el Gobierno de la Ciudad, hace 8 años y con una de base tecnológica, pero también hay de algunas privadas, y ONGs. Después está la aceleradora de start-ups de Telefónica, Wayra, y otra es NXTP Labs, la aceleradora de emprendimientos líder en la región, que está hace más o menos 3 años e invirtió en 100 empresas argentinas", enumeró Sola de Wolox IOT.
Por supuesto que Estados Unidos es pionero en este desarrollo de financiamiento, y está muy lejos del resto del mundo en el primer puesto, aunque esta industria es el norte para todos lo países que quieren fortalecer el emprendedorismo. "Argentina está bien, pero a nivel mundial se destaca Israel, que es un caso muy particular e interesante", comentó Sola.
Los ventures capitals e inversores ángeles tienen muchas cosas en común: ambos invierten capital de riesgo, ambos lo hacen a cambio de participación accionaria, tienen expectativas de altos retornos, y ambos prestan asistencia más allá del dinero.
Sin mebargo, hay una diferencia conceptual importante que influye en las decisiones a la hora de invertir. Un venture capital maneja dinero de otras personas, mientras que un ángel invierte su patrimonio personal. Esto hace que la forma de tomar las decisiones de inversión sea diferente en uno u otro caso, por ejemplo en los montos de inversión.
Después de las 3F -Family, Friends and Fools (tontos)-, vienen los ángeles: los individuales llegarán hasta un monto determinado, y agrupados podrán llegar a U$S 500.000 o más (dependiendo del caso). En cambio, para un venture capital este es su piso, incluso normalmente es más alto.
También hay diferencias en cuanto a la madurez de la empresa en la que invierten. Los ángeles implican un capital semilla para Starts-ups. Un venture capital invertirá generalmente en una empresa joven pero que demuestre un camino, que haya pasado esa primera etapa demostrando que es viable y con posibilidades de ser exitosa. Por eso, un ángel debe tener características emprendedoras, cuando el venture capital puede tener un perfil más financiero.