La versión oficial indica que el genocida alemán Adolf Hitler murió el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín con su compañera Eva Braun. Pero con el pasar de los años se llenó de mitos, teorías y “testimonios” alrededor de su no fallecimiento y sobre su supuesta presencia en Argentina. ¿Hitler en Argentina? ¿Hitler vivió en nuestro país? ¿Estuvo de paso por Sudamérica? ¿Murió o no en 1945? ¿Murió anciano? ¿Se ocultó su muerte?
Sin duda, una de las teorías conspirativas más persistentes que surgieron de la Segunda Guerra Mundial es que Hitler escapó. Se dice que el líder nazi evadió de alguna manera la captura, para vivir el resto de sus años pacíficamente escondido.
Si esto se confirmara sería un increíble acto de desaparición. Si es cierto, quizás estemos hablando del mayor truco de magia del siglo XX, el último caso sin resolver.
¿Podría haber algo de legitimidad en el cuento? La versión oficial, acordada por la gran mayoría de los historiadores, es que Hitler pasó sus últimos días enclaustrado dentro de ese búnker, mientras las tropas soviéticas descendían sobre la capital nazi.
Hitler en Argentina
Según los teóricos de la conspiración y los archivos desclasificados del FBI, revelan que su supuesta huída fue investigada seriamente por los servicios de seguridad internacional. El gobierno de los Estados Unidos probó la posibilidad de que Adolf Hitler escapara de su búnker de Berlín el 30 de abril de 1945.
Los documentos, que se han ocultado para proteger la identidad de los oficiales involucrados, exploran la posibilidad de que el líder nazi llegara a Sudamérica en un submarino alemán. Esto habría sucedido dos semanas después de que, según los informes, se disparara a sí mismo.
Los archivos afirman que Hitler llegó con otras 50 personas, incluida Eva Braun, su perro y un médico personal. Esto formaría parte de un acuerdo preestablecido con funcionarios argentinos.
Aparentemente, se había afeitado el bigote y padecía asma y úlceras. Al llegar, fue llevado rápidamente a caballo a un rancho privado.
El periodista británico Gerrard Williams cuenta que se encontraron "una abrumadora cantidad de evidencias" que indican que Hitler murió en la Argentina. Según este libro, el Fuhrer y su amante Eva Braun salieron en un vuelo de Alemania en forma secreta en abril de 1945 y tomaron hacia la Argentina. Según los autores de la investigación, se presume que Hitler vivió en la Argentina por 17 años, criando a sus dos hijas, hasta su muerte, en 1962. Y fundamenta este hilo en un dato clave: acusa a la inteligencia estadounidense de haber sido cómplice con el escape a cambio del acceso a la tecnología de guerra nazi.
Dos años antes a la salida de este libro, en 2009, científicos en Estados Unidos concluyeron que el fragmento de un cráneo que funcionarios rusos creían que pertenecía a Adolfo Hitler realmente corresponde a una mujer. Se trataba de expertos de la Universidad de Connecticut que analizaron las muestras de ADN que el arqueólogo Nick Bellantoni obtuvo durante un viaje a Rusia del cráneo que fue descubierto en 1993 en uno de los archivos secretos de la ex Unión Soviética.
Nazismo y Argentina
Otro que siguió con la teoría de la fuga del dictador germano fue el periodista argentino Abel Basti con su libro "Tras los pasos de Hitler"(2014). Allí se da un paso más.
Basti asegura que Hitler visitó varios países de Sudamérica con distintas identidades falsas, entre ellas la de Kurt Bruno Kirchner que utilizó durante su estadía en Paraguay. Tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial arribó en submarino a la patagonia argentina, donde vivió en un campo próximo a la ciudad de Bariloche bajo el nombre de Adolf Schrittelmayor.
Entre 2016 y 2017 hubo novedades importantes sobre el tema: archivos de la CIA de 1955 confirmaban que Hitler estaba ese año sano y salvo en Argentina; un ex agente de la CIA y director de un equipo de expertos que han analizado 700 páginas de archivos recientemente desclasificados del FBI sostuvieron que un submarino desconocido hasta entonces, el U-530, partió en 1945 de Alemania rumbo a la costa de Argentina con el objetivo de dejar a oficiales nazis de alto nivel; y, por otro lado, el FBI reveló que Hitler fingió su muerte en el búnker de la Cancillería de Berlín y huyó a la isla Tenerife, en Canarias (España), donde vivieron antes de instalarse en Argentina.
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Para contrastar toda esta información y sostener la versión oficial hay que recordar que en 1992 el entonces presidente Carlos Menem levantó el secreto de los archivos oficiales que registraron el ingreso de criminales de guerra. Ningún archivo eludía a Hitler. Al mismo tiempo, investigadores argentinos y norteamericanos fundaron la Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Argentina (CEANA). La entidad en 1999 dió a conocer sus conclusiones: “180 criminales de guerra obtuvieron refugio en la Argentina”. Hitler estuvo ausente en la lista.
En 2018, se dio uno de los estudios más avanzados y más serios sobre la muerte de Hitler. Fue de cinco investigadores franceses para la revista científica European Journal of Internal Medicine. Entre marzo y julio de 2017, los servicios secretos rusos FSB y los archivos estatales rusos autorizaron a un equipo de científicos a examinar los huesos del dictador, por primera vez desde 1946.
La investigación confirma la versión de que Hitler murió el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín con su compañera Eva Braun, y además dio nuevas informaciones sobre las causas exactas de su muerte.
Uno de los científicos que estudiaron el tema, Philippe Charlier, afirmó tras la divulgación: "Los dientes son auténticos, no cabe duda. Nuestro estudio prueba que Hitler murió en 1945. Ya podemos parar todas las teorías conspirativas sobre Hitler. No se fue a Argentina en un submarino, no está escondido en una base en la Antártida ni en el lado escuro de la Luna", ironizó.
Las teorías continúan
Los teóricos de la conspiración, a menudo, han disfrutado la idea de que Hitler sobrevivió a la guerra debido a las extrañas circunstancias en torno a su muerte. Según informes oficiales, cuando el Ejército Rojo se acercó al centro de Berlín, Hitler se disparó.
Se pensaba que el cuerpo había sido quemado por soldados soviéticos, y por esa razón sus restos no fueron encontrados. Más tarde, las autoridades rusas afirmaron que Hitler todavía estaba vivo, y Joseph Stalin se lo dijo directamente al ex presidente de Estados Unidos, Harry Truman.
Sin embargo, a pesar de los supuestos avistamientos registrados por la CIA y el FBI, las investigaciones dirigidas por los franceses sugieren que Hitler murió en su búnker. Los restos de un hueso de la mandíbula, oculto por el servicio secreto ruso desde 1940, sugiere que el dictador se suicidó.
En un artículo de 2017 publicado en el European Journal of Internal Medicine, los investigadores sugieren que a los oficiales de las SS se les ordenó quemar el cuerpo antes de que las tropas soviéticas descubrieran los restos carbonizados.