El entrenador argentino Juan Antonio Pizzi no tuvo el debut que esperaba en el Mundial. Arabia Saudita, su equipo, tuvo una dura caída 5 a 0 frente al anfitrión, Rusia, y complicó sus posibilidades de pasar a la próxima ronda.
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Pero la nota del equipo árabe la dio Pizzi, quien vivió el partido con la pasión que lo caracteriza. Aunque en un principio pudo mantener la calma a pesar del gol tempranero de los rusos, no le duró mucho tiempo.
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A partir del segundo gol, se acercó a la línea del lateral y daba indicaciones a sus dirigidos... ¡en español! Como el idioma es una barrera dificil de vencer para el entrenador, sus gesticulaciones jugaban una parte importante en cada grito. Las señas universales eran la única manera de hacerse entender.
También contó con la ayuda de un traductor para los momentos de los cambios. De un lado, se colocaba el entrenador Pizzi. Del otro, el traductor. Y en el medio, el jugador que intentaba entender algo entre los dos.
Tras los cinco goles de Rusia, Pizzi saludó y se fue resignado al vestuario. Tiene mucho para revertir de cara al dificil partido con Uruguay.
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