¿Qué quieren que les diga? A mí esto del debate sigue sin convencerme. Porque más que debate debería llamarse "el show de los candidatos", o "monologando por un sueño" o bien, directamente... "casi dos horas perdidas frente al televisor".
Así no se puede debatir. No tiene gracia. No se puede repreguntar como corresponde, no se pueden tocar, no se pueden tirar papelitos, ni pegar patadas, ni agarrarse de las mechas... muy poco emocionante.
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Para colmo toda la expectativa previa que generaron los canales y las radios, con un par de horas de sanata importante: que uno ocupa el salón azul, que el otro en el salón rojo, que ya llegó, que ahí está entrando, que mil instrucciones de los moderadores... parecía que iba a ser la pelea del siglo entre Cassius Clay y Jack Dempsey, pero terminó, más que boxeo, siendo menos interesante que una discusión familiar de esas que tenés que sacar los sifones de la mesa para que no haya heridos.
Además, todo el sistema, no me gusta nada. Dice el moderador: "Ahora vamos a hablar de Desarrollo económico y Humano. Los temas sugeridos son: devaluación, subsidios, transporte, plan económico, cepo, cotización del dólar, retenciones, fondos buitres, coparticipación federal, planes de salud, salario, paritarias, el INDEC, las estadísticas, inflación la pobreza, la desnutrición y el vuelto con caramelos... ¡tienen 2 minutos para hablar de todo eso!"
Es imposible hablar de todo eso. ¡Hablaban más los moderadores que los candidatos! La vida no es como en el debate. Imaginate una discusión con tu esposa/o en la que a los dos minutos suena un gong. Terminás asesinando al encargado del gong, en primera instancia, y luego a tu pareja. Y con tu pareja hasta te podés dar el lujo de "debatir" sobre pavadas sin importancia, como si de ahora en más se comerá solo vegetariano, si de ahora en más tendrán que ir juntos al shopping o si de ahora en más vos vas a vivir del lado de afuera de la puerta de entrada. ¡¡Pero este debate era un debate para presidir un país!!
Resumiendo: el debate así planteado es la versión twitter de la política. Explicá todo en 140 caracteres y si no podés, no le importa a nadie. Y les pedían a los candidatos que no violaran el manual de estilo que habían firmado. Pero se ve que Bonelli no lo firmó porque en un momento entró a tirar datos de pobreza. Y ahí volvió a mi cabeza el simil con una pelea de boxeo: y me dio la sensación de que si era una pelea de box, el organizador del evento era Don King. (Si no sabés quién es, agarrá los libros, o más fácil, Wikipedia).
Para el próximo debate debería haber como en el rugby, video assist: Si un candidato le pregunta algo al otro y el otro no contesta... se mira el video, si es necesario, y se lo obliga a contestar. O algo mejor. Cada vez que no contesta, una descarga eléctrica de 150 volts en el tujes. No sé si finalmente van a contestar, pero por lo menos va a ser gracioso verlos saltando y perdiendo la compostura.
Y eso que repetían a cada rato: es un día histórico. Si, es posible. No vi nunca a tantos invitados y analistas en los canales de televisión. Opinators de toda laya y condición, sociólogos, políticos, periodistas, interpretadores, gurúes y blablateros en su salsa. Y todo para que el que quiere a Macri crea que ganó Macri y el que quiere a Scioli crea que ganó Scioli.
Es más: Ya el sábado, por las dudas, los grandes medios decían que no tenía influencia en los votantes. Entonces... ¿para qué tanto lío? Y encima... eran Macri y Scioli. Tampoco es que eran John Fitzgerald Kennedy y Fidel Castro. Así y todo estoy sorprendido por los dos candidatos: yo pensé que ninguno podía hablar tanto de corrido...