Con la octava colocación de Bonac 2016 concluida, Economía lleva emitidos títulos públicos por $ 42.020,6 millones y U$S 1.415,9 millones en estos siete meses. La liquidez la utiliza Axel Kicillof para tener una mayor maniobra en las políticas. Pese a que no descarta volver a pedir dólares en el mercado, el Gobierno mantiene la línea del discurso en el desendeudamiento.
Por la licitación de hoy imprimirán vales por $ 5.466,6 millones, luego de haber recibido ofertas por casi 50% más y pese a que se buscaban a partir de $ 3.000 millones. La veda de Thomas Griesa no representó un obstáculo, salvo para las tasas de los bonos dolarizados, que debieron ser superiores a las de los títulos previos.
El ascenso de las colocaciones por el equivalente a $ 55.047,2 millones abre el debate de si el Palacio de Hacienda viró su política de disminución del pasivo. La mayoría de este dinero fresco es a corto plazo y debe devolverse el año próximo, mientras que U$S 1.415,9 millones recién en 2024, con giros de intereses antes.
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"Esta variación no toma en cuenta los pagos de capital que se desembolsan en este año", comentó un funcionario de alto rango ante la inquietud de El Destape. Bajo el supuesto de tipo de cambio relativamente constante, en 2015 el Tesoro girará $ 80.000 millones entre pesos y dólares, gran parte de ellos con el vencimiento del Boden 2015 en octubre.
El equipo económico se apoya en este argumento para defender la bandera del desendeudamiento, que tanto Néstor como Cristina Kirchner blanden desde la primera reestructuración de deuda, en 2005. La deuda respecto al PBI se mantiene por debajo del 50% en el último dato disponible, a diciembre de 2014, lo que representa un nivel "sumamente manejable" y "muestra que se continúa con el desendeudamiento", afirmaron en el Palacio de Hacienda. Esto contrasta con el casi 140% de 2003 y el 170% de Grecia o el 100% países europeos sumergidos dentro de la crisis actual.
La mayoría de los títulos públicos argentinos se encuentran en manos de organismos públicos, incluidos la Anses y el Banco Nación, lo que disminuye su exigibilidad. De las últimas colocaciones, un porcentaje importante fue a parar a las carteras de fideicomisos estatales. "Esto es una fortaleza, ya que resulta una administración de flujos intraestatal", describió el integrante del círculo de confianza de Kicillof en el ministerio, en referencia a pasivos que deberán girarse.
Sin tomar a esos en cuenta, el 11% de los bonos los tienen acreedores privados. Una cantidad sustancial del total, el 9%, se deberá abonar en moneda extranjera y el resto en local.