"Born" y la historia de nunca acabar

06 de junio, 2015 | 20.42

Tal vez siguiendo el consejo de Rodolfo Walsh -aquel en el que se dice que todo investigador debe seguir la ruta de la plata- María O' Donnell quería escribir acerca de la relación entre el dinero y la política en nuestra historia.

En el camino se encontró con un anciano Jorge Born y el relato del caso del secuestro del que fue víctima junto con su hermano, a los 40 años. "Soy el único que puede contarte la historia completa", le dijo. El resultado es BORN, un relato periodístico que adopta la mirada de Jorge: sus relaciones con ese padre terrible que se negaba a pagar el rescate y las discusiones con sus captores, a los que consideraba una banda de jóvenes chambones e improvisados. Se pagó 60 millones de dólares por el rescate de los dos herederos del imperio Bunge & Born; millones "que corrompieron la política". O' Donnell reconstruye el derrotero de ese dinero a través de los años del proceso -que intentó encontrar esos millones- y del menemismo, que fue testigo del abrazo entre captores y secuestrado.

El texto se lee de corrido y sin tropiezos. María O' Donnell tiene una cantidad enorme de información, que va desparramando generosamente, sin perder el hilo ni el rimo del relato. Quizás no sea la escritura brillante y llena de matices de textos como el "Galimberti" de Marcelo Larraquy y Roberto Caballero o el "Timerman" de Graciela Mochkofsky. Pero en estas últimas épocas -en las que las obras del género "libro de actualidad periodístico", predomina la redacción apresurada, la acumulación de datos al voleo y el doble interlineado para llenar páginas- un libro como este, claro y sin ripios ni verduras es un pequeño acontecimiento.

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"Nadie más de su entorno quiso cooperar con la investigación. Todos los demás habían decidido enterrar el pasado" cuenta María O' Donnell. Jorge Born accede a repasar su historia pero se queja: "es la historia de nunca acabar".

Los años noventa decretaron la abolición de los setenta, pero estos nunca dejaron de volver. También la segunda guerra mundial es un asunto "resuelto", pero los libros sobre esta contienda siguen llenando las mesas de las librerías. Los setenta, además de ser nuestra década preferida, son, parafraseando al Facundo, nuestra sombra terrible: los invocamos, y le tememos y nos fascinamos con ella. Todo intento de "superar" la historia (al modo de las recientes conversaciones entre Graciela Fernández Meijide y Diego Fernández Leis) estará por muchos años destinado al fracaso. Porque a la historia no se la supera: se la asume.