"Basta con mirar quiénes los aplauden para saber que no es bueno para el peronismo"

En una entrevista exclusiva con El Destape, el jefe del bloque de Diputados del Frente Para la Victoria Héctor Recalde realizó un análisis sobre la reciente partición del espacio kirchnerista en la Cámara Baja, luego que una docena de diputados, impulsados por el ex titular de ANSES, Diego Bossio, anunciaran la creación del bloque Justicialista.

Además, Recalde se refirió a los primeros dos meses de Mauricio Macri en el poder y a la tensión generada en torno a las negociaciones salariales tras los dichos del ministro Triaca en su intento por ponerle un "techo" a las paritarias para que los aumentos se ubiquen en torno a los 20 o 25 puntos, de acuerdo con la expectativa inflacionaria del gobierno para este año.

-Creo que la separación de los compañeros fue un error, y basta con mirar quiénes aplauden ésta decisión para darse cuenta que no es buena para el peronismo en general. Pero de todas maneras respeto las decisiones personales, y será el tiempo quién dirá cuáles son las consecuencias de esto, por eso no quiero hacer imputaciones ni andar diciendo si hubo connivencias o no.

Es él-por Bossio-el que tiene que explicar por qué hizo lo que hizo, cada uno es responsable de sus actos.

-No, de ninguna manera, eso es absolutamente falso porque se cuenta por bloque. Nosotros seguimos siendo la primera minoría, nos sigue la UCR que tiene 43 diputados, y el PRO tiene 42.

-Los diputados del Frente Para la Victoria fuimos votados para seguir un programa, una conducta, la unidad en la lista es un valor en sí mismo, porque nos da más potencia para luchar por los contenidos, y cuando comience a funcionar el Congreso nos daremos cuenta si este nuevo bloque está a la altura de ello, por supuesto que uno puede hacer suposiciones, planteos, pero son todas situaciones hipotéticas y no sirven para nada.

En principio parece que podría tratarse sólo de una diferencia metodológica, ojalá sea sólo eso, cuando arranquen las sesiones veremos si es una cuestión de formas o de fondo.

Además, respecto al nombre de su bloque, los compañeros que se segregaron no pueden utilizar el término Justicialista, porque nuestro espacio es Frente Para la Victoria Justicialista, y vamos a hacer un planteamiento como corresponde para impedirlo.

-Indudablemente el macrismo es el que más se benefició con esta decisión, los sectores oficialistas prácticamente promocionaron esta separación y la lograron. Y también desde la prensa inclusive estuvieron anticipando que se venía y que se venía en una suerte de promoción constante.

-Prácticamente no, porque nos enteramos la noche anterior. Sí existieron gestiones de compañeros dirigentes nacionales, pero no hubo caso: ellos nunca hicieron ningún planteo que pudiera desembocar en una segregación o fractura, ni en el bloque ni personalmente, nos enteramos por los diarios. Con Cristina aún no hemos tenido oportunidad de hablar sobre esto.

-Todo lo que se habló en el Consejo Nacional del PJ fue reclamando la unidad, a eso tenemos que apuntar.

-Por supuesto. Los compañeros que hablaron abrieron las puertas a todos aquellos que quieran regresar, incluso hubo algunas reuniones previas de estos mismos compañeros con peronistas disidentes. Dentro del Frente Para la Victoria el PJ es el eje fundamental, y para el PJ el movimiento obrero es la columna vertebral, y en este sentido, el peronismo siempre fue frentista.

-Con que sea peronista, basta (risas). Ojalá podamos ir hacia una lista de unidad que contemple a todos los matices que tiene el peronismo hoy, pero creo que ya hay varios candidatos. De todas formas lo importante es que haya democracia interna y que podamos unificar el movimiento.

-Más allá de los posicionamientos, los reclamos y las exigencias, hay un límite que es la realidad, y cada dirigente sindical pujará por el mejor acuerdo que pueda lograr con el sector empresario. Hay algunas expresiones que son lejanas a la realidad, como decir que tienen que pactar en la franja del 20-25% de inflación, aunque después dijeron que no era techo sino una "sugerencia", pero más allá de estas sugerencias extorsivas del ministro de trabajo y de hacienda, después veremos qué pasa en la cancha.

Hasta ahora cuando uno juzga las medidas adoptadas por el gobierno en estos dos meses, los trabajadores no tienen nada que aplaudir, en cambio, sí tienen qué aplaudir los medios económicos concentrados, los medios hegemónicos, las grandes empresas, los exportadores y los importadores y aquellos que fueron beneficiados con la desregulación financiera. La gran mayoría de ellos, empresas multinacionales, obviamente.

Lo que está sucediendo hoy por hoy es una revisión de políticas económicas muy similares a los noventa, pero también hay algo que nos diferencia de aquella época que es toda la recuperación y ampliación de derechos que tuvieron los trabajadores en los últimos 12 años y que no van a estar dispuestos a resignar: el movimiento obrero hoy está en una situación distinta para pelear.

Lo que advertimos es que se puede venir una inflación con recesión y desempleo, producto de las cesantías masivas que hicieron en forma brutal, donde se violaron principios iniciales como la presunción de inocencia.

¿Qué es eso de la grasa de la militancia? Yo me honro de ser un grasa militante defensor de los trabajadores, otros se honrarán de ser distinguidos militantes del HSCB o del JP Morgan, no lo sé...

El caso puntual de lo que no hay que hacer lo vimos en el senado, cuando la vicepresidenta de la nación despidió a discapacitados y embarazadas y tuvo que dar marcha atrás. O en Fabricaciones Militares, cuando los trabajadores fueron a sus puestos y una empresa tercerizada te informaba en la puerta si entrabas o no a tu trabajo.

Si eso es respetar los derechos humanos, tenemos que empezar a discutir de vuelta qué significan...