La reforma previsional que se debate en Diputados no solo afectará a la movilidad jubilatoria y congelará en términos reales los aumentos de la jubilación, sino que el proyecto también perjudicará a pensionados, pensiones no contributivas, beneficiarios de asignaciones familiares, AUH y a las pensiones de los ex combatientes de Malvinas.
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El cambio de fórmula de movilidad apunta a que en lugar de un ajuste semestral, en base 50 por ciento a la evolución de los salarios y 50 por ciento de la recaudación, se usará el 70 por ciento de inflación y 30 por ciento de suba de los salarios formales. Y en lugar del aumento semestral, se aplicará por trimestre.
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En lo inmediato, esto significa que en marzo de 2018 en lugar de otorgarse el aumento semestral de julio-diciembre, que ronda un 12 por ciento, se otorgará el aumento de la nueva fórmula de julio a septiembre de 2016, que arroja un 5,7 por ciento. Esto lleva a que en el inicio del cambio de fórmula, hay una merma en los haberes y un retraso de hasta 6 meses en el ajuste de los beneficios. Para 2018 se calcula un “ahorro” para el Estado de casi $ 100.000 millones.
A pesar de que dice textualmente la reforma previsional quienes serán afectados, al modificarse la fórmula de movilidad jubilatoria, también se modificarán los aumentos para los beneficiarios de pensiones, no contributivas, de asignaciones familiares y AUH, ya que en 2015 se había aprobado la ley para que el valor se actualizaría en marzo y septiembre de cada año mediante el índice de movilidad.