El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, mantuvo llamadas con su homólogo palestino, Riad al Maliki, e israelí, Eli Cohen, a los que trasladó el interés de Beijing de apoyar un plan que "ponga fin a la guerra y promueva la paz" en medio del conflicto entre Israel y Hamas, profundizado a principios de octubre tras un ataque sin precedentes por parte de la milicia del movimiento islamista.
Wang le trasladó a al Maliki su "profunda solidaridad con la difícil situación de Palestina, especialmente del pueblo de Gaza", que se encuentra asediado por bombardeos israelíes desde el 7 de este mes -día en que Hamas provocó una matanza y secuestró civiles en Israel- y cuyo bloqueo deja sumido al enclave palestino en un apagón generalizado y a la espera de ayuda humanitaria que comenzó a llegar a cuentagotas este fin de semana.
"China condena y se opone enérgicamente a todos los actos que dañan a los civiles y violan el derecho internacional, y pide un alto el fuego inmediato y el fin de la guerra para garantizar las condiciones de vida más básicas para el pueblo de Gaza", reza un comunicado recogido por la agencia de noticias Europa Press.
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En este sentido, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que "asuma su responsabilidad y la comunidad internacional debe actuar con urgencia". También indicó que "los países de fuera de la región, especialmente las grandes potencias, deben defender la objetividad y la imparcialidad, y desempeñar un papel constructivo para calmar la situación".
Asimismo, afirmó que "lo que más necesita actualmente el pueblo de Gaza es seguridad, alimentos y medicinas, no guerra, armas y municiones".
"Lo que más necesita la Franja de Gaza son esfuerzos para poner fin a la guerra y promover la paz, no cálculos geopolíticos", insistió Wang.
Por último, el ministro de Exteriores de China enfatizó que la única manera de resolver la cuestión palestina es implementar la solución de dos Estados, con el objetivo de "hacer realidad los derechos del pueblo palestino a la supervivencia, la condición de Estado y el retorno".
Wang también trasladó a su homólogo israelí que el actual conflicto "afecta al mundo entero":
"Todos los países tienen derecho a la legítima defensa, pero deben respetar el derecho internacional humanitario y proteger la seguridad de los civiles. La principal prioridad es evitar que la situación empeore aún más y conduzca a un desastre humanitario más grave", declaró.
El conflicto se profundizó el 7 de octubre pasado, cuando una operación de Hamas logró ingresar desde la Franja Gaza a Israel en un ataque sin precedentes por aire, tierra y mar, en la que mató soldados y civiles, además de secuestrar unas 220 personas.
En respuesta, Israel declaró la guerra y comenzó a bombardear el enclave palestino.
El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas elevó hoy a al menos 5.791 las personas muertas hasta ahora por los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, entre ellos más de 2.300 niños.
De su parte, las autoridades israelíes cifran en más de 1.400 las personas fallecidas en su territorio a manos de Hamas, la mayoría civiles baleados, mutilados o quemados en los ataques del 7 de octubre. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Con información de Télam