(Agrega declaraciones del asesor de Seguridad Nacional estadounidense)
Ucrania informó hoy que "destruyó" un buque de guerra ruso en la península de Crimea, al sur, pero su nuevo comandante de las fuerzas armadas, general Oleksandr Sirski, reconoció tras una visita al frente que la situación es "extremadamente compleja" y que carecen de hombres y armas.
La "buena nueva" que difundió hoy Kiev de la destrucción del buque enemigo -que Moscú no confirmó pero tampoco desmintió- quedó en segundo plano por las declaraciones de Sirski, quien luego de una recorrida por el frente de batalla se mostró pesimista acerca de las posibilidades de triunfo de sus tropas y enfatizó sobre la necesidad de que Estados Unidos brinde una ayuda financiera fresca, actualmente bloqueada en el Capitolio.
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"Los ocupantes rusos continúan aumentando sus esfuerzos y superan en número" a las fuerzas ucranianas, dijo Sirski. "La situación operativa es extremadamente compleja y estresante", añadió, según reportó la agencia de noticias AFP.
Estas dificultades podrían agravarse si el nuevo paquete de ayuda estadounidense, crucial para el arsenal de Kiev, sigue bloqueado en el Capitolio.
"Estamos haciendo todo lo posible para evitar que el enemigo avance sobre nuestro territorio y para mantener nuestras posiciones", subrayó el nuevo comandante en jefe, reconociendo que sus fuerzas están sufriendo para contener los múltiples asaltos rusos en el este.
Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, apuntó hoy que las tropas ucranianas empezaron a quedarse sin municiones y efectivos suficientes ante la actual ofensiva de Rusia.
"Hemos recibido cada vez más reportes de que las tropas ucranianas racionan o incluso se quedan sin municiones en el frente" de batalla en momentos en que las fuerzas rusas atacan desde tierra y aire en el vecino país, declaró.
"Cada día que pasa, el costo de la inacción estadounidense aumenta para los valientes ucranianos en el frente", dijo Sullivan, para luego exhortar al Congreso a que apruebe "rápidamente" un nuevo paquete de ayuda militar para Kiev.
En ese sentido, destacó que los ucranianos "se verán en una posición más débil si no reciben las municiones, los sistemas de defensa aérea y otros equipos que necesitan".
El Senado de Estados Unidos aprobó esta semana el envío de 60.000 millones de dólares en financiación para Ucrania demandado por el presidente Joe Biden, pero el proyecto de ley corre el riesgo de no ser aprobado por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana.
En el frente terrestre, el objetivo de recuperar el casi 20% del territorio de Ucrania ocupado por fuerzas rusas parece todavía muy lejano.
Sirski, que durante mucho tiempo fue el comandante de las operaciones militares de Kiev en el este, fue ascendido a jefe del Ejército la semana pasada y el presidente Volodimir Zelenski le exigió "cambios" tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana a mediados de 2023.
En su primera visita al frente como comandante en jefe, el general iba acompañado del ministro de Defensa, Rustem Umerov, y pasó por las ciudades de Avdiivka y Kupiansk, dos de los puntos calientes.
"Estamos tomando todas las medidas posibles para minimizar nuestras pérdidas", aseguró.
Sin embargo, Ucrania seguía haciendo sufrir a la flota rusa en el Mar Negro, como este miércoles, cuando anunció la destrucción otro buque de guerra.
"Las fuerzas armadas ucranianas, con unidades de inteligencia militar, destruyeron un gran buque de desembarco, el 'Cesar Kunikov'", declaró el Estado Mayor del Ejército ucraniano en Telegram.
El departamento de inteligencia militar ucraniano (GUR) detalló que logró agujerear el buque en el costado izquierdo, tras lo cual la nave "empezó a hundirse".
Según el GUR, se trata de una nave capaz de albergar a 87 tripulantes y fue utilizada por Rusia en sus guerras contra Georgia en 2008 y en Siria más recientemente.
El Ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios sobre el ataque, pero señaló que sus fuerzas abatieron seis drones ucranianos "sobre las aguas del mar Negro".
En tanto, la Fiscalía General ucraniana anunció que dos mujeres, una de ellas embarazada, y un menor de edad murieron en un bombardeo ruso que alcanzó de madrugada un hospital de la ciudad de Selidove, en la provincia oriental de Donetsk.
El ayuntamiento de la ciudad, ubicado a unos 20 kilómetros de la línea del frente, anunció la muerte de tres personas y 12 heridos.
El primer ataque ruso con misiles ocurrió anoche y golpeó un edificio residencial, donde seis personas, incluidos tres niños, resultaron heridas, dijo la oficina del fiscal.
El segundo bombardeo sucedió hacia la una de la madrugada y afectó a un hospital, donde murió una mujer de 36 años junto a su hijo de nueve y una mujer embarazada de 38.
Con información de Télam