Corea del Norte anunció hoy un refuerzo de tropas y armas en la frontera con Corea del Sur después de que un satélite militar, cuyo lanzamiento contó con ayuda rusa, según denuncias de Seúl, captara imágenes de bases estadounidenses en la isla de Guam, en el Pacífico, y empujara a las dos Coreas a suspender el acuerdo alcanzado en 2018 para reducir las tensiones.
Después de dos intentos fallidos en mayo y agosto, Pyongyang consiguió el pasado martes poner en órbita el satélite Malligyong-1 que, según los medios norcoreanos, permitió a su líder, Kim Jong-un, revisar imágenes de bases estadounidenses en Guam.
El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS, por sus siglas en inglés) informó a diputados que la operación resultó exitosa y acusó a las autoridades de Rusia de haber contribuido al lanzamiento del supuesto satélite militar espía.
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Durante una reunión a puertas cerradas con la Comisión de Inteligencia del Parlamento, el NIS confirmó que el satélite entró con éxito en órbita, informó la agencia de noticias AFP.
Asimismo, puntualizó que Moscú habría entregado "ayuda tecnológica" para el exitoso lanzamiento.
"Creemos que Rusia ha contribuido con éxito a esto", señaló la Inteligencia surcoreana que sostiene que Corea del Norte recibió asistencia después de la cumbre que se llevó a cabo en septiembre entre Kim y el presidente ruso, Vladimir Putin.
"Durante la cumbre, Putin expresó públicamente su compromiso de proporcionar apoyo a los vehículos de lanzamiento de Corea del Norte. Hay información de que Corea del Norte proporcionó planos y datos relacionados con los vehículos utilizados en su primer y segundo lanzamiento y que Rusia proporcionó un análisis", indicó el diputado Yoo Sang-bum en declaraciones a la agencia de noticias Yonhap.
La puesta en órbita del satélite Malligyong-1 constituye un desafío a las resoluciones de la ONU que prohíben al país comunista el uso de tecnologías de misiles balísticos.
La Inteligencia surcoreana considera, además, que este lanzamiento forma parte de una nueva fase para desarrollar misiles balísticos intercontinentales con combustible sólido por parte de Pyongyang, si bien no hay indicios de un inminente ensayo nuclear.
Corea del Sur reaccionó al episodio anunciando que suspendería parcialmente un acuerdo militar de 2018 para reducir las tensiones militares y retomará el despliegue de "equipos de vigilancia y reconocimiento" en la frontera.
El Ministerio de Defensa de Corea del Norte calificó hoy de "temeraria" la decisión de Seúl y anunció la suspensión completa del acuerdo y un refuerzo de sus posiciones militares fronterizas.
"Colocaremos fuerzas fuertemente armadas y equipamiento militar de avanzada en la región", aseguró el ministerio en un comunicado recogido por la agencia de prensa estatal KCNA.
El boletín agregó que Pyongyang "nunca más volverá a estar atado" por el acuerdo, recogió la agencia de noticias Europa Press.
El lanzamiento del satélite Mallingyong-1, supervisado por un sonriente Kim Jong Un, fue condenado por Washington, Seúl y Tokio como una "violación descarada" de las sanciones de la ONU.
El Ministerio norcoreano insistió hoy que la puesta en marcha de un satélite está incluida en su "derecho a la autodefensa" y restó importancia a la respuesta "extremadamente histérica" de Seúl.
La agencia estatal norcoreana también explicó que el satélite empezará su misión formal de reconocimiento el 1 de diciembre.
Con información de Télam