Siete personas, entre ellas tres niños, murieron hoy por un ataque con drones rusos que incendió una estación de servicio en la ciudad de Jarkov, en el noreste de Ucrania, y provocó un "río de fuego".
El incendio generado tras el impacto se propagó rápidamente y obligó a evacuar a unas 50 personas, informó la agencia de noticias AFP citando fuentes locales.
Según el gobernador de la provincia de Jarkov, Oleg Sinegubov, siete personas fallecieron en el ataque, entre ellos tres niños: uno de siete años, uno de cuatro y un bebé de unos seis meses.
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Cuatro personas, entre ellos un niño, fueron rescatadas del fuego y una quincena de viviendas quedó destruida.
"Había una familia en una de las casas. Cinco personas. Dos padres y tres de sus hijos. Murieron todos, quemados vivos. En otro edificio, había un hombre que no podía caminar. Su mujer se ocupaba de él. Igualmente, fallecieron, quemados vivos", declaró Sergui Bolvinov, un responsable policial local.
Oleksandre Lagutin, que logró huir del incendio, relató: "Hubo un estruendo, todo empezó a arder, y en cinco minutos teníamos un río de fuego".
"Mi suegra llamó, dijo que todo estaba ardiendo (...) después volvió a llamar y comenzó a gritar que las llamas se estaban propagando por la casa. Escuchamos los últimos gritos y eso es todo, no volvió a dar señales de vida", relató Natalia, familiar de la pareja fallecida en la vivienda siniestrada.
Según el responsable policial, había unas 3.800 toneladas de carburante almacenados en la estación de servicio.
"Toda la calle se transformó en una masa infernal fundida. El combustible se mezcló con la nieve y al comenzar a arder, las casas situadas a lo largo de la vía empezaron a arder", explicó Bolvinov.
Jarkov y el pueblo de Veliki Burluk, más al este, han sido blancos frecuentes de ataques desde que empezó la ofensiva rusa en Ucrania, a finales de febrero de 2022.
En otras zonas de Ucrania, dos personas murieron y otras dos resultaron heridas en un bombardeo ruso en la ciudad de Veletinske, en la región meridional de Jerson, indicó la administración regional.
El gran puerto de Odesa, en el mar Negro, fue igualmente blanco de ataques con drones rusos, que dejaron cuatro heridos, según el gobernador Oleg Kiper.
Y en Izmail, a orillas del Danubio, los ataques destruyeron instalaciones industriales, agregó.
En total, 23 de los 31 drones explosivos lanzados por Rusia en las regiones de Jarkov y Odesa fueron derribados en pleno vuelo, afirmó la Fuerza Aérea.
Según las autoridades locales, los drones eran de fabricación iraní.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llamó a las potencias europeas aumentar su producción de armas para incrementar las entregas que pide Kiev.
Menos de una semana antes de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, el 15 y el 16 de febrero, insistió en la necesidad de "reconstruir y desarrollar más rápido la base industrial" europea de defensa.
Ucrania reiteró varias veces que necesitaba más sistemas de defensa antiaéreo para hacer frente a los bombardeos del ejército ruso.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, indicó hoy que habló con su homólogo francés, Emmanuel Macron, de la situación en el frente y las "necesidades de Ucrania".
"Hemos hablado de la situación en el campo de batalla y de las necesidades de Ucrania en materia de defensa, que comprenden drones, artillería y municiones, de la guerra electrónica y de los sistemas de defensa aérea", escribió Zelenski en la red social X.
Con información de Télam