El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, llegó hoy a la planta ucraniana de Zaporiyia, ocupada por las fuerzas rusas desde el inicio de su invasión, con el objetivo de "garantizar la seguridad y la protección" de la mayor central de su tipo en Europa.
Se trata de la cuarta visita que el diplomático argentino realiza a la instalación para evaluar "el cumplimiento de la OIEA para proteger la planta y estado de los sistemas actuales de energía y enfriamiento, niveles de personal calificado, entre otros", según publicó en un video en la red social X.
"Estas son evaluaciones vitales para la seguridad de las instalaciones; no hay lugar para la complacencia", agregó.
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"Grossi destacó durante la visita que la principal tarea conjunta es garantizar la seguridad nuclear y la protección de la central de Zaporiyia, y apreció los esfuerzos conjuntos para hacerlo", añadió la dirección de la planta bajo control de Moscú.
Grossi afirmó que en el territorio hay suficientes pozos "para abastecer adecuadamente las piscinas de enfriamiento".
El argentino entró en el territorio de la planta escoltado por otros miembros de la misión del OIEA, un nuevo grupo de observadores que llegó para realizar la rotación, y representantes del Ministerio de Defensa de Rusia, informó la agencia de noticias Sputnik.
"Las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia garantizaron una nueva rotación segura" de los miembros del organismo, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Grossi dijo ayer en Kiev que la situación está "lejos" de haberse estabilizado en la que es la mayor central de energía atómica europea.
El argentino comentó que fueron informados de la decisión de Moscú de permitir únicamente que trabajen en las instalaciones ciudadanos rusos y agregó que desde la agencia ya han expresado "desde hace tiempo" una "preocupación general" sobre los niveles en que se encuentran los trabajadores del lugar.
En una conferencia de prensa desde la capital ucraniana, Kiev, Grossi repasó que ya fueron ocho las ocasiones en que el suministro eléctrico de la central fue completamente interferido por las hostilidades y que en esas ocasiones tuvieron que apelar a los generadores de emergencia para refrigerar los reactores.
El jueves, la central nuclear vedó el acceso a sus instalaciones al personal del operador ucraniano Energoatom.
"La central comunicó que a partir de hoy no se autorizará el ingreso a la planta de ningún empleado de Energoatom", dijo entonces el OIEA en un comunicado.
La administración de la central también precisó que solo podrían trabajar allí exempleados del operador ucraniano "que hayan adquirido la nacionalidad rusa y firmado contratos con el operador ruso", agregó el OIEA.
Según Moscú, los seis reactores de la planta están apagados para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.
Rusia y Ucrania se acusan periódicamente de disparar contra instalaciones de la central, que en múltiples ocasiones se quedó sin fuentes de alimentación externa de energía eléctrica.
El OIEA aboga por establecer una zona de protección en la planta nuclear.
Con información de Télam