El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmará hoy un decreto que permitirá imponer sanciones a bancos extranjeros que apoyen los esfuerzos bélicos de Rusia en Ucrania, anticipó la Casa Blanca.
La medida autorizaría a Estados Unidos a emitir "sanciones secundarias" contra instituciones financieras que apoyen la industria de defensa rusa, dijo a periodistas un alto funcionario de la Casa Blanca, en condición de anonimato, según la agencia de noticias AFP.
Estados Unidos, principal aliado de Ucrania, confía en el efecto disuasorio del anuncio, que ocurre en medio de difíciles negociaciones con la oposición republicana en el Congreso para aprobar un nuevo paquete de ayuda financiera para Kiev.
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"Nuestra idea, francamente, es que las jurisdicciones y las instituciones financieras tomen medidas para acabar con ese comportamiento antes de que usemos" el nuevo mecanismo de sanciones, indicó el funcionario.
Los bancos tienen "la opción de continuar vendiendo una cantidad modesta de bienes a la industria militar rusa, o estar conectados con el sistema financiero de Estados Unidos. Elegirán estar conectados al sistema financiero de Estados Unidos", aseguró.
El funcionario explicó que la mayor parte de los bancos europeos y estadounidenses ya dejaron de financiar actividades en Rusia, pero Washington cuenta con su apoyo para presionar a bancos de otros países que siguen operando en el país.
Desde la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022, las potencias occidentales adoptaron numerosas medidas de embargo y congelación de activos contra entidades, personas o empresas, con el objetivo de frenar la maquinaria de guerra y debilitar la economía.
Esta avalancha de sanciones provocó un "impacto significativo" en Moscú, según el funcionario de la Casa Blanca, ya que Rusia tiene dificultades para reponer su arsenal, y sus ingresos provenientes de los hidrocarburos se redujeron en alrededor de un tercio.
Pero casi dos años después, la economía rusa parece ofrecer resistencia.
Moscú continúa vendiendo hidrocarburos, sobre todo a China y a India, y encontró, según los expertos, mecanismos para eludir medidas como el límite al precio de venta de su petróleo impuesto por potencias de Occidente.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento de poco más de 2% para la economía rusa este año, y 1% para el próximo año.
En ese sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer que la economía de Rusia "no se va a derrumbar" por el aislamiento y llamó Europa y Estados Unidos a que dejen de "perder el tiempo" y retomen la cooperación.
"Me gustaría señalar que no nos cerramos al continente americano (...) no nos cerramos a los países europeos. En general, es hora de que dejen de perder el tiempo y esperar que nos vayamos a derrumbar", indicó el líder del Kremlin.
Con información de Télam