El próximo presidente de Taiwán, Lai Ching-te, expresará una buena voluntad "concreta" hacia China en su discurso de investidura del lunes, e instará a ambas partes del estrecho de Taiwán a buscar la paz, según un alto funcionario informado al respecto.
Lai, quien toma el relevo de la presidenta Tsai Ing-wen tras haber sido su vicepresidente durante los últimos cuatro años, dirá que Taiwán seguirá siendo un promotor de la paz y la estabilidad regionales, dijo el funcionario.
Pekín considera a la orgullosamente democrática Taiwán como su propio territorio, a pesar de las fuertes objeciones del gobierno de Taipéi, y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a la isla a su control.
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Lai, de 64 años y conocido por su nombre en inglés, William, es detestado por Pekín como "separatista" y China ha rechazado sus repetidos llamamientos al diálogo.
En su discurso, en la oficina presidencial de la época colonial japonesa, en el centro de Taipéi, Lai se comprometerá a mantener el statu quo con China "sin ser prepotente ni autocomplaciente", dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
También pedirá a ambas partes del estrecho de Taiwán que busquen la paz y la prosperidad común.
Lai también mencionará que China ha intensificado las presiones militares y diplomáticas sobre Taiwán.
La semana pasada, la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, en respuesta a una pregunta sobre la toma de posesión, dijo que Lai, a quien calificó de "nuevo líder de la región de Taiwán", tenía que elegir claramente entre el desarrollo pacífico o la confrontación.
Lai dirá que la paz en el estrecho es un elemento indispensable y clave para un desarrollo global estable, afirmó el funcionario taiwanés.
Desde la victoria de Lai en las elecciones de enero, Taiwán se ha enfrentado a continuas presiones de China, incluidas actividades regulares de la aviación y la marina cerca de la isla.
A la ceremonia del lunes asistirán exfuncionarios estadounidenses enviados por el presidente Joe Biden, legisladores de países como Gran Bretaña, Japón, Alemania y Canadá, y líderes de algunas de las 12 naciones que aún mantienen relaciones diplomáticas formales con Taipéi.
Los retos internos de Lai también son importantes, dado que su Partido Democrático Progresista (PDP) perdió la mayoría parlamentaria en las elecciones de enero.
El viernes, los legisladores se dieron puñetazos, empujones y gritos en una agria disputa sobre las reformas parlamentarias que impulsa la oposición. Podría haber más enfrentamientos el martes, cuando los legisladores reanuden sus debates.
Con información de Reuters