Canadá y Países Bajos llevaron hoy al Gobierno sirio ante el máximo tribunal de Naciones Unidas y acusaron a Damasco de violaciones masivas de los derechos humanos contra su propio pueblo, en el primer caso ante una jurisdicción internacional por la guerra civil del país árabe que comenzó en 2011
Siria torturó a decenas de miles de personas y sostiene un sistema "generalizado" de "tratos abominables", es la denuncia presentada hoy por Canadá y Países Bajos ante la Corte de la Haya, informó la agencia de noticias AFP.
Las audiencias ante Corte Internacional de Justicia (CIJ), situada en la ciudad neerlandesa de La Haya, transcurren en ausencia de representantes de Siria, que nunca ratificó el Estatuto de Roma y no forma parte de esta jurisdicción de la ONU.
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Canadá y Países Bajos presentaron el caso ante la CIJ para pedirle al tribunal que exija medidas "urgentes" para poner fin a los continuos malos tratos contra miles de personas que siguen presas.
"Las personas en Siria que están detenidas o en riesgo de ser detenidas ya no pueden esperar", afirmó ante los jueces el representante de Países Bajos, Rene Lefeber.
El Gobierno sirio de Bashar al Assad no envió a ningún representante a la audiencia y ya había desestimado este caso calificando las acusaciones de "desinformación y mentiras".
Lefeber citó testimonios de detenidos que relataron haber sufrido violaciones en grupo, mutilaciones y un método de castigo muy extendido que consiste en colocar al prisionero en un neumático a la vez que alguien le propina una "dura paliza".
El principal abogado de Canadá en el caso, Alan Kessel, lamentó la ausencia de Siria.
"El Gobierno de Al Assad debe responder y poner fin a la tortura desenfrenada que hay en el país", dijo Kessel a los periodistas.
Ahmad Helmi, un expreso que ahora es activista, relató a la AFP que estuvo detenido en Siria durante tres años.
"Sé con certeza que la tortura ocurre a todas horas", contó. "Y no solamente para los interrogatorios. A veces, lo hacen por diversión, porque disfrutan la impunidad", afirmó.
Si bien se han registrado casos judiciales contra funcionarios sirios en varios países, entre ellos Alemania y Francia, esta es la primera vez que se pide a la justicia internacional que se pronuncie sobre acusaciones de tortura atribuidas al Gobierno de Damasco.
Esta expectación en torno a estas audiencias aumentó desde que el presidente sirio salió del aislamiento al que estuvo confinado desde que empezó la guerra civil y retomó actividades diplomáticas y giras al extranjero a partir de mayo, cuando asistió a una cumbre de la Liga Árabe.
Con información de Télam