(Agrega declaraciones del presidente de Serbia, de autoridades de Rusia y de EEUU)
Kosovo observó hoy un día de duelo por la muerte de un policía albanokosovar baleado por serbios armados durante un ataque en el norte del territorio, en uno de los incidentes más graves desde que la región balcánica declaró su independencia de Serbia, en 2008.
Unos 30 hombres armados y vestidos con uniformes militares abrieron fuego contra un grupo de policías en el pueblo de Banjska en la madrugada del domingo, cuando mataron a un agente e hirieron a otro.
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Luego huyeron hacia un monasterio cristiano ortodoxo serbio cercano, derribaron su puerta con un vehículo blindado y se atrincheraron allí con un sacerdotes y un grupo de peregrinos que visitaba el lugar.
Kosovo dijo que la crisis culminó anoche con la huida a pie de la mayoría de los atacantes hacia la vecina Serbia al abrigo de la oscuridad de la noche, luego de que tres de ellos fueran muertos por policías que rodeaban el monasterio.
El incidente elevó las tensiones justo en momentos en que Serbia y Kosovo buscan normalizar sus relaciones tras la guerra de Kosovo de fines de la década de 1990 y la declaración de independencia unilateral del territorio, que hasta entonces era una provincia del sur de Serbia.
Unos 100 de los 193 países de la ONU reconocen su independencia, incluyendo a Estados Unidos y la mayoría de los de la Unión Europea (UE). Serbia y el resto de los países, entre ellos Argentina y Rusia, el gran aliado serbio, siguen considerando a Kosovo una provincia serbia.
En febrero pasado, Serbia y Kosovo aceptaron un plan de 10 puntos de la UE para encauzar sus vínculos con vistas a ingresar al bloque europeo, pero que no han aplicado.
Las banderas fueron arriadas hoy a media asta en todos los edificios públicos de Pristina, la capital de Kosovo, en homenaje al policía muerto en el ataque en el norte del territorio, que es donde vive la mayoría de los serbios.
La Policía buscaba hoy en esa zona a los atacantes que escaparon.
Kosovo acusa Serbia de apoyar a los agresores, pero Serbia lo niega y dice que, en todo caso, serán serbios de Kosovo que se oponen al Gobierno local.
Tres de los atacantes fueron muertos y dos heridos en un tiroteo en el monasterio en el que resultó herido también un policía kosovar, dijo el Ministerio del Interior de Kosovo.
Dos de los hombres armados y cuatro serbios descubiertos en un lugar cercano con equipos de comunicaciones fueron detenidos y están siendo investigados por actos "terroristas", agregó.
La Policía mostró hoy a periodistas las armas que dijo haber recuperado del monasterio, incluyendo 24 vehículos, entre ellos uno blindado, fusiles, minas, granadas, lanzaderas de cohetes y montones de municiones.
El ministro del Interior, Xhelal Svecla, llamó a serbia a entregar a seis hombres armados que, según afirmó, resultaron heridos y estaban siendo atendidos en un hospital de Novi Pazar, la ciudad más cercana al otro lado de la frontera, informó la agencia de noticias AFP.
El primer ministro kosovar, Albin Kurti, insistió hoy en que los agresores eran "una unidad terrorista, criminal y profesional que habían planeado lo que hizo", una "estructura mercenaria apoyada política, financiera y logísticamente por Serbia".
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo que los atacantes eran serbios de Kosovo "que ya no quieren soportar el terrorismo de Kurti".
El presidente condenó el asesinato del policía kosovar, pero dijo que el enfrentamiento fue causado por la presión "brutal" del Gobierno kosovar sobre los serbios que viven en la región y negó cualquier participación de Serbia.
Vucic también acusó a Occidente de "hipocresía" sobre Kosovo.
Nos pueden matar, pero Serbia nunca reconocerá la independencia de Kosovo, la monstruosa creación que engendraron bombardeando a Serbia", dijo, en alusión a los ataques de la OTAN contra Belgrado, la capital serbia, en 1999, que puso fin a la guerra de Kosovo.
Unas 13.000 personas murieron en ese conflicto de 1998 y 1999, la mayoría de ellos albanokosovares. El territorio tiene 1,8 millones de habitantes, de los cuales unos 120.000 son serbios.
La mayoría de los albaneses son musulmanes, mientras que el grueso de los serbios son cristianos ortodoxos, como los rusos.
Rusia responsabilizó hoy al gobierno de Kosovo por la "sangre derramada" y advirtió del riesgo de arrastrar a "toda la región de los Balcanes a un peligroso precipicio".
"No cabe duda que la sangre derramada ayer [domingo] es una consecuencia directa e inmediata de la política del supuesto 'primer ministro Albin Kurti' de incitación al conflicto", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
La Policía de Kosovo "está desacreditada desde hace tiempo por unos actos punitivos sistemáticos contra la comunidad serbia", agregó la nota.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken, pidió a Kosovo y a Serbia que eviten cualquier acción que atice la tensión.
"Los autores de este crimen deben rendir cuentas a través de un proceso de investigación transparente", afirmó Blinken en un comunicado sobre el ataque.
Con información de Télam