Unicef alerta que menores ucranianos pasaron hasta 5.000 horas en refugios por la invasión rusa

23 de febrero, 2024 | 12.54

Los niños, niñas y adolescentes que se vieron obligados a quedarse en primera línea del frente ucraniano en los dos años que van de guerra con Rusia han pasado entre 3.000 y 5.000 horas escondidos en refugios mientras suenan las alarmas de ataques aéreos, reveló hoy el fondo de Naciones Unidas para la infancia (Unicef).

Los constantes ataques han provocado unas 3.500 alertas antiaéreas en las provincias de Zaporiyia y Jarkov y casi 6.200 en Donetsk, en el este de Ucrania. Esto ha tenido un "impacto devastador" en la salud mental de los menores de edad, según el organismo multilateral.

"Desde la escalada de la guerra en febrero de 2022, los niños de Ucrania y sus familias han sufrido desplazamientos, pérdidas y una violencia implacable", denunció Unicef en un último informe publicado en la víspera del segundo aniversario de la invasión ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin.

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Estos menores de edad que se han tenido que quedar en las zonas de conflicto han visto cómo su escolarización y sus más mínimas rutinas han sido interrumpidas de manera prolongada, lo que les ha generado "un profundo sentimiento de pérdida, temor, miedo y ansiedad", explicó la agencia, según consignó la agencia de noticias Europa Press.

Estos sentimientos, sumados al aislamiento, han dificultado que los menores experimenten otras sensaciones más allá, por ejemplo, del "miedo constante" a la muerte, tanto suya como de sus seres queridos.

"Incluso cuando cesen los bombardeos, el suelo por el que caminan los niños puede costarles la vida, ya que las minas y otros restos de explosivos de guerra cubren aproximadamente el 30% del país", alertó la organización.

"Vivir en un país en guerra durante dos años tiene un costo inmenso para los niños y niñas, ya que afecta su estado mental, su aprendizaje y su desarrollo. Los ataques, la destrucción, el desplazamiento y la violencia han provocado una profunda crisis de salud mental y un deterioro de su capacidad para aprender y crecer", enfatizaron.

"Los continuos bombardeos dejan pocas oportunidades a los niños y niñas ucranianos para recuperarse de la angustia y el trauma. Cada sirena y cada explosión provocan más ansiedad (...) Necesitan que esta pesadilla termine", expresó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.

Además, Unicef alertó de que la situación de los menores que logran salir de las principales zonas de conflicto, o bien del país, no es tampoco mucho mejor, ya que se enfrentan a "dificultades", tales como acceder a la educación, a la atención sanitaria, o a los servicios de protección básicos.

Asimismo, a medida que avanza la guerra la perspectiva de volver a sus hogares se hace cada vez más lejana.

"A pesar de su resiliencia, para muchos niños y niñas dentro y fuera de Ucrania, la guerra ha acabado con dos años de escolarización, tiempo de juego y momentos con amigos y seres queridos", lamentaron.

Es por ello que Unicef volvió a poner de relieve la necesidad de que las partes del conflicto permitan sin obstáculo alguno la entrega de ayuda y asistencia humanitaria, a fin de intentar paliar en la manera de lo posible la grave situación a la que se enfrentan estos menores de edad.

Con información de Télam