El Gobierno británico acusó hoy al Servicio de Seguridad de Rusia (FSB) de ejecutar una campaña de piratería informática desde 2015 dirigida principalmente a políticos, periodistas y otras personalidades prominentes en la esfera pública, y anunció sanciones a sus presuntos implicados.
El Gobierno dijo que robaron datos sensibles, incluyendo información relacionada con las elecciones generales de 2019 y posteriormente publicados como parte de estos ataques cibernéticos.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Cameron, condenó estos actos, al afirmar que "los intentos de Rusia de interferir en la política del Reino Unido son completamente inaceptables y buscan amenazar los procesos democráticos".
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"Al sancionar a los responsables y convocar hoy al embajador ruso, estamos exponiendo sus malignos intentos de influencia y arrojando luz sobre otro ejemplo más de cómo Rusia elige operar en el escenario global", afirmó.
Dijo además que continuarán trabajando junto con los aliados para "exponer la actividad cibernética encubierta de Rusia" y hacer que "rinda "cuentas por sus acciones.
"Un ataque contra nuestras instituciones democráticas es un ataque contra nuestros valores y libertades británicos más fundamentales", expresó a su vez el ministro del Interior, James Cleverly.
El secretario para Europa, Leo Doherty, describió en detalle ante la Cámara de los Comunes, la presunta campaña de interferencia cibernética dirigida a parlamentarios, periodistas y otras figuras clave en el Reino Unido.
"Los blancos de estos ataques incluyen no solo a políticos y funcionarios del gobierno, sino también a periodistas, universidades, ONGs y otras organizaciones civiles fundamentales para la democracia del país", indicó.
El grupo responsable operaría bajo una batería de distintos nombres (Star Blizzard, Cold River o Seaborgium), pero tras él se ocultaría el Centro 18, una unidad dentro del FSB ruso, de acuerdo a lo denunciado por el Gobierno británico.
Los métodos empleados por Star Blizzard incluyeron ataques de phishing a parlamentarios de diversos partidos desde al menos 2015, el hackeo de documentos comerciales entre el Reino Unido y Estados Unidos antes de las elecciones generales de 2019, y el compromiso de cuentas de personalidades clave.
Si bien algunos ataques resultaron en filtraciones, el Gobierno del Reino Unido aseguró que estos intentos no tuvieron éxito.
Con información de Télam