Seis personas murieron hoy en bombardeos rusos en el noreste, sur y oeste de Ucrania, incluyendo uno que destruyó 300 toneladas de ayuda humanitaria, informaron autoridades.
Los ataques en las ciudades de Kupiansk, Jerson y Lviv llegan en medio de una laboriosa contraofensiva terrestre ucraniana en zonas ocupadas por Rusia en el sur y este de Ucrania.
La ofensiva ha dado hasta ahora resultados muy limitados, y Rusia ha continuado con sus bombardeos por detrás de las líneas enemigas, golpeando ciudades lejanas a los frentes.
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"El enemigo atacó Kupiansk con una bomba guiada. Murieron tres civiles", escribió en Telegram el gobernador de la región nororiental de Jarkov -donde queda la ciudad-, Oleg Synegubov.
En la sureña Jerson, un bombardeo ruso alcanzó un trolebús y provocó la muerte de un policía y dejó heridos a dos pasajeros, uno de los cuales falleció más tarde, informó la autoridad militar de esta ciudad, capital de la provincia del mismo nombre.
El gobernador de la región de Lviv dijo que un ataque nocturno con drones lanzado por Rusia dejó un muerto, informó la agencia de noticias AFP.
El gobernador, Maksim Kozitski, informó que siete drones fueron abatidos, pero que algunos aparatos golpearon depósitos en la ciudad de Lviv, que está a más de 1.000 kilómetros del frente.
Este ataque incendió totalmente un almacén de la ONG Caritas-Spes, que guardaba 300 toneladas de insumos para emergencias, indicó en un comunicado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) de la ONU.
En el mismo comunicado, el organismo informó que el incremento de las hostilidades impidió el acceso de ayuda humanitaria a la zona en las últimas semanas.
Con información de Télam