El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra se enfrenta a un desafío sin precedentes debido a los retrasos, los problemas de fuerza laboral y la creciente demanda, dijo el martes un organismo de control presupuestario en un informe que describe la escala de los desafíos para el nuevo gobierno británico.
El gobierno laborista, que asumió el poder este mes, ha dicho que el sistema de salud estatal británico está "defectuoso" y ha ordenado una investigación independiente sobre el estado del NHS.
"La magnitud del desafío que enfrenta el NHS hoy y el que se prevé en los años venideros no tiene precedentes", dijo la Oficina Nacional de Auditoría (NAO) en su informe.
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El primer ministro Keir Starmer y su equipo han criticado al gobierno conservador saliente por la herencia que dejó, desde las finanzas públicas hasta la migración y las prisiones.
"Nuestra prioridad es hacer que el NHS vuelva a funcionar, pero llevará tiempo", afirmó un portavoz del Departamento de Salud y Atención Social.
El anterior gobierno conservador no cumplió su promesa de reducir las listas de espera en los hospitales. El exprimer ministro Rishi Sunak culpó a la huelga en parte por descarrilar sus objetivos y defendió su historial de inversión en el servicio de salud.
El informe de la NAO dijo que el gasto en recursos del NHS creció en promedio un 3,2% anual en términos reales entre 2014-15 y 2023-24, por debajo del crecimiento promedio a largo plazo del 3,6% en términos reales en los presupuestos de atención médica de 1950-51 a 2013-2014, incluyendo incluso un gran salto en el gasto durante la pandemia de COVID.
Añadió que los coordinadores regionales de prestación de servicios de salud "luchan por gestionar las presiones diarias de la recuperación electiva después de la pandemia, la demanda en continuo aumento de servicios del NHS y los importantes problemas de fuerza laboral y productividad".
"La situación financiera del NHS está empeorando debido a una combinación de problemas recientes y de larga data, incluida la falta de inversión en el patrimonio, las presiones inflacionarias y el costo de la recuperación pospandémica", dice el informe.
El gobierno del Reino Unido sólo controla la política sanitaria en Inglaterra, ya que es un área delegada en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Con información de Reuters
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