La ministra de Finanzas de Reino Unido, Rachel Reeves, se enfrentaba el jueves a las críticas tras su primer presupuesto, marcado por grandes cifras de gasto, subidas de impuestos y endeudamiento, pero parco en crecimiento económico, una de las grandes promesas del Partido Laborista.
La presentación del programa económico del nuevo gobierno por parte de Reeves el miércoles vino acompañada de unas previsiones de crecimiento muy tibias y unas perspectivas sombrías para el nivel de vida.
Los empresarios advirtieron de que tendrán dificultades para hacer frente al aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social, que constituyen la mayor parte de los 40.000 millones de libras esterlinas adicionales que Reeves prevé recaudar en impuestos, el mayor incremento en un presupuesto desde 1993.
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"El aumento de los costos para las empresas, junto con la serie de cambios previstos en la normativa laboral, supondrán un obstáculo para el crecimiento", dijo Ben Willmott, del Chartered Institute of Personnel and Development.
El National Institute for Economics and Social Research, un grupo de estudios, afirmó que las exenciones propuestas para las empresas más pequeñas contribuirán poco a mitigar el impacto. "Prevemos importantes repercusiones negativas sobre el empleo y el crecimiento salarial, especialmente en los sectores peor remunerados, como la hostelería", señaló.
Reeves afirmó que las débiles previsiones de crecimiento económico pronosticadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) "no son la cumbre de mi ambición" y que "hay más planes que estamos presentando para elevar esa tasa de crecimiento".
La OBR, en cuyas proyecciones se basan los presupuestos gubernamentales, señaló que la economía crecerá un 2% en 2025, algo por encima del 1,9% pronosticado en marzo -con ocasión del último presupuesto del anterior gobierno conservador- y recortó aún más sus previsiones de crecimiento.
Reeves reconoció que el aumento de la tasa de las cotizaciones a la Seguridad Social tendrá consecuencias negativas, ya que "significará que las empresas tendrán que absorber parte de este alza a través de los beneficios, y es probable que los aumentos salariales sean algo inferiores a lo que habrían sido en otras circunstancias".
(Reporte adicional de Muvija M y Catarina Demony; editado en español por Benjamín Mejías y Carlos Serrano)