El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, instó el miércoles a Reino Unido a cerrar un acuerdo sobre el estatus post-Brexit del territorio británico de ultramar de Gibraltar antes del 10 de noviembre, antes de que entren en vigor los nuevos controles fronterizos de la UE, creando probablemente una frontera dura en Gibraltar.
El estatus de Gibraltar —un enclave en el extremo sur de España que ha estado bajo dominio británico desde el siglo XVIII— y cómo vigilar la frontera con España han sido puntos de discordia desde que Reino Unido votó en 2016 a favor de abandonar la Unión Europea.
España, Reino Unido y la UE acordaron el 31 de diciembre de 2020, horas antes de la salida total de Reino Unido del bloque, que Gibraltar seguiría formando parte de los acuerdos de la UE, como el espacio Schengen sin fronteras, a la espera de una solución duradera.
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"Ya es hora de que Reino Unido diga que sí a un acuerdo que es equilibrado y generoso y que hemos puesto sobre la mesa hace mucho tiempo", dijo Albares a la prensa.
El año pasado, España y Reino Unido dijeron que estaban muy cerca de firmar un acuerdo, pero aún no podían ponerse de acuerdo sobre el uso conjunto y la vigilancia del aeropuerto de Gibraltar.
Un nuevo equipo negociador británico se hizo cargo de las conversaciones tras la llegada al poder del nuevo Gobierno laborista en julio y desde entonces las partes han mantenido silencio sobre cualquier avance.
Albares afirmó que, aunque el nuevo sistema de control fronterizo no tiene nada que ver con el acuerdo sobre Gibraltar, afectará a miles de personas a ambos lados de la frontera.
El ministro dijo que proponía la inclusión de Gibraltar dentro del espacio Schengen, pero que "es Reino Unido quien tiene que decidir si prefiere eso o que a partir del 10 de noviembre haya esos controles", dijo.
El Sistema de Entradas y Salidas de la Unión Europea suprimirá la obligación de sellar manualmente los pasaportes en la frontera exterior de la UE y creará en su lugar registros digitales que vinculen un documento de viaje a la identidad de una persona mediante datos biométricos.
Los ciudadanos extracomunitarios que lleguen a un destino del espacio Schengen deberán registrar sus huellas dactilares, realizar un escáner facial y responder a preguntas sobre su estancia.
Con información de Reuters