Más de un millón de personas murieron de forma prematura en Inglaterra en los últimos 12 años debido a una combinación de pobreza y políticas de austeridad, a la que se sumó la pandemia, según un informe realizado por uno de los principales expertos en salud pública del Reino Unido.
El análisis, elaborado por el Instituto de Equidad en Salud del University College de Londres y liderado por el renombrado Michael Marmot, arroja luz sobre cómo las profundas brechas en términos económicos y sociales contribuyen a la muerte prematura de individuos en estratos socioeconómicos bajos.
Estos decesos tempranos son frecuentemente causados por enfermedades como cáncer y problemas cardíacos, entre otras patologías, indicó el informe, titulado "Desigualdades en salud, vidas truncas" que encontró que entre 2011 y 2019, 1.062.334 personas murieron antes de lo que habrían muerto si vivieran en áreas donde reside el 10% más rico de la población.
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Mientras que en 2020 se registraron otras 151.615 muertes prematuras, aunque esta cifra fue mayor de lo esperado debido a la pandemia de coronavirus.
El número de vidas truncas equivale a la población de toda la ciudad de Birmingham, 984.333 habitantes; o a Edimburgo y Glasgow juntos, 1.056.610; o a un tercio de Gales, 3.136.000; o a la mitad de la población de Irlanda del Norte, 1.885.000, comparó el informe.
El trabajo destaca la urgencia de abordar las desigualdades en salud en el Reino Unido. Se resalta que más allá de la atención sanitaria del SNS, que representa sólo el 20% de la salud de la población, es crucial enfocarse en las condiciones sociales y económicas que determinan la salud de las personas.
"Si se necesitaba un ejemplo de lo que no se debe hacer para reducir las desigualdades sanitarias, el Reino Unido lo ofrece. El único otro país desarrollado que lo está haciendo peor es Estados Unidos, donde la esperanza de vida está cayendo", dijo Marmot.
"Nuestro país se ha vuelto pobre y poco saludable, donde viven unos pocos ricos y sanos. La gente se preocupa por su salud, pero ésta se deteriora, y sus vidas se acortan, sin que tengan culpa de ello. Los dirigentes políticos pueden optar por dar prioridad a la salud de todos, o no. Actualmente no lo hacen", reafirmó.
Consideró que esta es una situación "deprimente e instó a los líderes de los partidos a que hagan de esto el pilar central del próximo Gobierno, deteniendo las políticas que dañan la salud y aumentan las desigualdades en salud.
"A los parlamentarios: si les importa la salud de sus electores, deben estar consternados por el deterioro de su salud. Es hora de acción y liderazgo político en todos los ámbitos", precisó.
Con información de Télam