Los presentadores de los principales programas de televisión de la BBC que no están directamente relacionados con noticias o temas de actualidad podrán a partir de ahora opinar y hablar de política en las redes sociales, pero no hacer campaña, informó hoy la emisora pública británica.
La nueva guía reconoce la importancia de la libertad de expresión, pero dice que mientras un programa esté al aire y dos semanas antes y después de su transmisión, los presentadores no deben respaldar ni criticar a ningún partido político.
El medio público anunció que estableció recientemente estas nuevas normas para sus presentadores de alto perfil sobre la expresión de opiniones en las redes sociales.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Estas reglas surgieron tras una controversia en relación con las publicaciones de del presentador Gary Lineker en las redes sociales.
Por su alta visibilidad en la BBC, se espera que mantengan la imparcialidad de la corporación.
Por el contrario, aquellos que trabajan en el sector de noticias ya tienen pautas más estrictas sobre la imparcialidad en redes sociales.
Una de las preocupaciones es dónde trazar la línea entre la expresión de opiniones políticas y la campaña política.
Las consecuencias de no adherirse a esta guía pueden ser severas, incluyendo la terminación de contratos en casos extremos.
La BBC subrayó que se esfuerza por encontrar un equilibrio, permitiendo la libertad de expresión de sus presentadores mientras mantiene su reputación de imparcialidad.
El director general de la BBC, Tim Davie, enfatizó que la actualización busca un equilibrio adecuado, especialmente para presentadores que no trabajan exclusivamente para la BBC.
Reconoce la importancia de ser vistos como imparciales pero también valora la libertad de expresión de sus presentadores emblemáticos.
John Hardie, autor del informe, considera que las nuevas pautas ofrecen más flexibilidad a los presentadores para expresar opiniones políticas, siempre y cuando se basen en hechos.
La revisión fue una respuesta directa a la controversia que rodeó las publicaciones de Lineker a principios de año, lo que llevó a su breve suspensión.
Sin embargo, la nueva guía también pone énfasis en mantener altos estándares de civismo en el discurso público, instalando a todos los empleados y colaboradores a tratar a los demás con respeto y evitar el lenguaje ofensivo.
Con información de Télam